𝐋𝐚 𝐁𝐚𝐥𝐚𝐝𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐲 𝐋𝐚 𝐑𝐮𝐢𝐧𝐚

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𝐖𝐚𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠: Misoginia, matrimonio arreglado, embarazo, parto, violencia, poligamia, muerte, etc

El rey y la reina yacían juntos entre las sábanas, sus cuerpos tibios mientras yacían uno al lado del otro. El sol comenzó a asomarse a través de las cortinas del palacio principal, y Herae se levantó lentamente de la cama, estirando los brazos mientras lo hacía.

Herae giró la cabeza para mirarte, su expresión lentamente volvió a ser calmada. —Buenos días, mi reina... — dijo, su voz ahora saliendo grave.

Abriste ligeramente los ojos mientras él te movía el pelo de la cara. De repente, un caballero abrió las puertas, lo que los asastó a ambos.

Hera y tu se sorprendieron al ver al caballero, sus cuerpos acostados juntos y su piel desnuda expuesta.

La mano de Herae cubrió rápidamente tu cuerpo desnudo mientras fruncía el ceño al caballero. —¡Mi rey y mi reina! — De repente se dio la vuelta mientras cubría sus ojos —¿Qué quieres? — Preguntó Herae mientras cubría tu cuerpo con las sábanas, su voz se llenó de un tono severo y molesto.

Recibimos noticias del reino natal de la Reina. Lo busqué en su cámaras, su majestad pero no lo encontré... El hermano de la Reina ha muerto en la batalla... — dijo el caballero.

–¿Qué? — Preguntó Herae, sus ojos se abrieron mientras se giraba para mirar al caballero. Esta fue una noticia sorprendente... no solo para él, sino también para ti.

—¿Estás seguro? — Tú preguntaste, tu expresión se llenó de incredulidad.

—Sí, tu padre envió la carta él mismo, su alteza — mantuvo su mirada baja, su tono se puso más nervioso mientras ella volvía a hacer la pregunta.

Herae no pudo evitar pensar en (T/N). Después de todo, creció con este hermano... y ahora, el único hermano de la reina había muerto.

—Sal... — te quedaste en silencio mientras el caballero se disculpaba y se iba. Herae te miró, te abrazó mientras te abrazaba de cerca. No conocías a este hombre tan bien, pero los recuerdos de lo que parecía ser la vida real (T/N) con su hermano inundaron tu mente.

Te estabas preparando para el funeral de tu hermano. Estabas callada y tu mirada estaba en blanco. Tu sirvienta parecía preocupada. El cuerpo de la verdadera villana estaba de luto. —Su gracia el rey te envía esto, mi reina. — Ella pone una taza de té tibio frente a tu mesa.

Todos en el castillo también se estaban preparando para viajar, al igual que las otras esposas del rey. Fue una señal de respeto acompañarte a ti y a tu marido.

Syraes estaba de pie detrás de ti, —¿estás bien, mi reina?, — pregunta. Te quedas quieta, —No sé cómo sentirme, sé que las cosas cambiarán en mi vida. La muerte de mi hermano ha creado un desequilibrio y ahora no estoy segura de lo que vaya a pasar, — dices.