Capítulo 5

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Una tormenta imprevista se acercaba a la ciudad

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Una tormenta imprevista se acercaba a la ciudad. El resplandor de un relámpago fue el primer aviso y ya se veía a las personas de la calle caminando de manera apresurada. Fue entonces que Ryuwon se disculpó porque no podía quedarse y corrió con su mejor amiga pisándole los talones.

Solo dejó que Minkyung la acompañara hasta la parada del bus. Al llegar a su casa, encontró a su hermano menor en uno de los bancos de su pequeño jardín delantero, en una posición agachada y ocultando su cabeza entre sus piernas. Al sentir su presencia, la alzó con gesto acongojado y unas lágrimas estancadas.

—¿Discuten todavía? ¿Hace cuánto estás aquí?

Dongwon negó con la cabeza.

—Papá se ha ido. Mamá está en su habitación.

—¿Qué haces aquí? Este cambio de clima te puede hacer mal —dijo, y lo incentivó a ponerse de pie.

—No quiero entrar, ve tú.

—No seas así, han discutido muchas veces…

Jaló de su brazo de nuevo y cedió, pero detuvo que ella abriera la puerta.

—Esto no es como las otras veces. Fue horrible, tan horrible que olvidaron que estaba allí —la voz de su hermano se quebró. Notó cuánto odiaba llorar al secarse de manera brusca sus lágrimas y como desviaba su mirada—. Se dijeron tantas cosas, se hirieron tanto, que llegaron al punto de querer nunca haberse conocido. Ellos ya no se quieren, Ryuwon. Ellos solo están juntos porque existimos tú y yo.

El corazón de Ryuwon se quebró en ese instante. Triste, rota y con una sensación de ahogo quedó en su pecho, entendió rápido porque era algo que había considerado antes.

—Vete a dormir.

—Mañana no hay escuela.

—Solo ve a tu habitación y olvida esto.

Dongwon hizo caso a sus palabras, mirándola mal.

—No te queda el papel de hermana mayor. ¿Cómo no puedes ni siquiera consolarme?

El reloj marcó las dos de la madrugada y no podía conciliar el sueño. Había durado dos horas llorando y escribiendo en su diario, y algunas palabras que había escrito allí rondaban en su cabeza como eco. La cama empezó a incomodarla por lo que terminó en bajar al segundo piso por un vaso de agua. Encontró una luz tenue que provenía de la cocina y supo mucho antes de bajar quién la había encendido. Su madre sí estaba ahí, dándole la espalda a la entrada. Al girarse, su rostro mostró signos de haber llorado minutos antes.

—¿Qué haces despierta? —preguntó y su voz sonó un poco ronca.

Ryuwon quería volver a echarse a llorar al verla.

—La misma razón que usted. 

Su madre limpió sus mocos, formando una leve sonrisa.

—No lo creo. Ve a dormir.

Before the leaves fall | Kang Taehyun.Where stories live. Discover now