"El miedo al desconocido es natural. Si nuestros instintos nos dicen que seamos cuidadosos, eso es por algo. Tal vez, en el pasado, nuestros ancestros que ignoraron esos instintos no sobrevivieron.
Debemos preguntarnos cómo podemos sobrellevar el m...
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Oh, Mou, ese idiota! - Exclamo con frustración mientras apago mi celular y me dejo caer en mi asiento. Mi novio, Ayanokoji Kiyotaka, no responde a ninguno de mis mensajes y eso me tiene muy molesta. Hago un puchero y frunzo el ceño, como si fuera una niña caprichosa.
¿Qué estará haciendo ese tonto? No entiendo por qué no puede tomarse un minuto para contestarme. Tal vez está ocupado con algo aburrido. Pero, ¡es mi novio! Debería ponerme siempre primero, ¿verdad? Suspiro de nuevo y miro mi celular con impaciencia, esperando que finalmente decida contestarme.
"Kei-chan~ ¿por qué esa cara? ¿No me digas que es por Ayanokoji-kun?" Mi amiga Maya Satou se acerca y, al ver mi expresión molesta y preocupada, no puedo evitar sentir cómo mis mejillas se tornan calientes ante su comentario. Sus palabras me hacen sentir un poco avergonzada, como si hubiera sido descubierta en medio de un berrinche infantil por culpa de mi novio, Kiyotaka-kun.
"Hmph! ¡Cállate Maya-chan!" Hago un puchero en respuesta al comentario de Satou, y mis mejillas se inflan como un globo para mostrar mi disgusto. "S-solo estoy preocupada, osea, nunca falta a clase. Y no me quiero dar ideas raras... y si está con Ichinose-chan o se va con otra chica!?" Mis palabras salen en un murmullo, revelando mis miedos internos.
"Estos últimos meses ha ganado mucha popularidad..." Continúo hablando, mientras juego nerviosamente con un mechón de mi cabello. "Y, y eso me asusta un poco, Maya-chan. Quiero decir, él es mío, ¿verdad? Pero, ¿qué pasa si alguien más llama su atención? ¡Es tan guapo y listo, y yo soy solo yo!" Expreso mis inseguridades, preocupada por el futuro de nuestra relación mientras mis ojos reflejan una mezcla de celos y ansiedad.
Maya, algo nerviosa por mi reacción celosa, intenta calmar las aguas mientras continúa jugando con su comida. Me lanza una sonrisa, aunque se nota un deje de tensión en su expresión.
"Kei-chan, sabes que Ayanokoji-kun no es ese tipo de chico. Tus celos no tienen sentido." Suspira, mientras sus ojos se vuelven soñadores y sus dedos se deslizan por la superficie de su plato. "Después de todo, él es un chico..." Murmura, y un tenue rubor tiñe sus mejillas, mientras sus manos suben hacia su rostro como si estuviera atrapada en un mundo de fantasía.
Mis celos persisten con fuerza. La mirada que le dirijo a mi amiga es acusadora y obstinada. No importa lo que diga Maya, ni cuántas veces repita el nombre de Kiyotaka-kun, él es mío y nadie más puede acercarse a él. Mi corazón late con celos, y mis ojos reflejan una férrea determinación. Nadie puede apartarme de él, sin importar cuánto brille su inteligencia o su atractivo.
"Maya-chan, ¡te recuerdo que es mi novio!" Exclamo con un toque de exasperación, pero parece que mis palabras no tienen ningún efecto en ella. Un suspiro largo y dramático escapa de mis labios mientras vuelvo a sacar mi celular con rapidez.
