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idiota

— ¿Le vas a hablar? — preguntó Jeongyeon robándole un papa a Nayeon quien le dio un manotazo para que dejara de hacerlo.

— Sí.

— ¿Qué le dirás? — hablo con la boca llena.

— Solo quiero preguntarle porque me vio la cara de idiota.

— Es que la tienes. — rió codeandole ganándose un codazo por parte de Nayeon. — Una idiota prepotente.

— Cállate y sigue comiendo. — rodó los ojos bebiendo de su gaseosa.

Se mordió el labio nerviosa, no sabía exactamente qué le iba a decir a Mina, quería saber porqué le había mentido, pero no quería ser brusca –algo imposible para Nayeon, siempre era algo venenosa con sus palabras – y en realidad eso le mantenía aún más aturdida y nerviosa. ¿Por qué le preocupaba si quiere ser brusca con Myoui? No quería saber la respuesta ya que le pondría los nervios más de punta.

Le dio una mordida a su hamburguesa y dándole un último manotazo a Jeongyeon posó su atención a la puerta del comedor, que era abierta por Mina quien ahora le sonreía y ondeaba su mano en su dirección, devolvió el gesto ocn la misma sonrisa, viendo desde la distancia a Mina e inconscientemente siguiendo sus pasos.

— ¿Te gusta Mina? — Jeongyeon rompió su atmósfera de tranquilidad hablando casi a su oído.

— No, claro que no. — la miró indignada, aquello sonaba tan descabellado en su cabeza que no pudo evitar reírse.

— Parece que si, la sigues con la mirada a todos lados. — codeó moviendo sus cejas molestándola. — Serían un bonito contraste, tú toda malota y ella toda un pastelito de vainilla.

— Ajá. — rió nuevamente rodando los ojos y dándole otra dormida a su hamburguesa.

— Los polos opuestos se atraen.

— En la ciencia, en magnetos, nosotras somos personas.

— Por leerte un par de conceptos ya te crees y gran físico ¿Ah? — rió. — No te hace daño admitir que por lo menos Mina te atrae.

En realidad le hacía daño a su orgullo, no era una mentira que Mina fuese una persona completamente bella que podría tenerte a sus pies cuando quisiera, pero todo en Mina era lo que siempre Nayeon había rechazado.

Ya que todo ese brillo, amabilidad y dulzura siempre le daban mala espina, las personas muy buenas siempre solían usar una máscara, claro que no sabía si era el caso de Mina, pero había logrado desconfiar de cierta forma de ella por el secreto de su prima y en cómo la había estado ayudando para que se acercara a ella.

— Acaba tu hamburguesa qué necesitamos ir al salón para el examen de física.

— Sí apruebas ese examen te compro el almuerzo todo el año.

— Lo aprobaré, estuve estudiando todos los días. — se jactó dándole una última mordida a su hamburguesa.

•••

A veces las cosas no salen como uno quiere, Nayeon lo sabe bien, quería gritar a los cuatro vientos por toda la frustración acumulada en su cuerpo, estaba que explotaba de la ira.

El examen que ella había estudiado como una maniaca se lo habían suspendido y todo por una tontería, una estupidez enorme. Le habían suspendido el examen solo por haberle prestado una goma a Jeongyeon ¡solo por eso!, en definí uta el maestro la tenía contra ella.

Había recorrido todo el instituto buscando al profesor para pedirle alguna oportunidad de repetir el examen, ni siquiera había podido poner la fecha, es por eso que ahora estaba afuera de un salón desconocido para ella esperando al profesor para pedirle una oportunidad que obviamente se merecía.