seis

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La cabellera rosada de Mina se veía como un nido de aves desde la perspectiva de Nayeon, su cabeza rosaba estaba recostada en su estómago mientras metía palomitas en su boca y estaba muy atenta a la televisión.

Era aquel típico fin de semana en el que la pasaban juntas viendo alguna película o serie, hoy era el día de American Horror Story una serie que Mina había descubierto hace unos días y que no esperaba para empezarla con su novia.

A Nayeon las cosas de terror no le gustaban mucho, pero siempre hacía una diferencia con Mina ya que el terror era su favorito. Siempre hacía una diferencia por Mina, le gustaba verla feliz.

— Ah~ Kit es tan guapo.— Dijo Mina mientras seguía comiendo palomitas.

— Pero si mato a muchas mujeres.

— ¿Qué? —Mina rió levantándose del estómago de Nayeon. — ¿No has prestado atención?

— En esa parte no, me distraje con tus cabellos.

— Sí, por poco me distraes a mi también. —sonrió tocando su cabello. — Haces buenos masajes capilares, deberías de dedicarte eso.

— Dejaré mi sueño de ser tatuadora para hacer masajes. —guiño el ojo — Es una buena idea.

— No seas sarcástica. —jadeó mientras golpeaba el costado de Nayeon.

Sin saber provocándole mucho dolor a la tatuada, un dolor que tuvo que disimular ya que sería muy sospechoso.

Pero nada se le pasa a Mina que se dio cuenta de la mueca reprimida en dolor en el rostro de Nayeon.

— ¿Te pasa algo? —preguntó con la ceja levantada y volviendo a pasar su mano por el lado que había golpeado.

— N-no. —fingió sonreír y retiró rápidamente la mano de Mina de su costilla. — E-estoy bien.

— No, no lo estás.

— Claro que si, solo me tomaste desprevenida.

— No te golpee fuerte.

— Eso es lo que crees. —tomó la mano de Mina y la hizo un puño. — Eres toda una luchadora que noquearia a cualquiera.

— Es mentira, deja de mentir. — frunció el ceño. — Hay veces en las que llegas con heridas en tu rostro o con pequeños moretones y también llegas adolorida siempre en las costillas ¿Me ocultas algo, Nayeon?

Dijo mi nombre completo y no con un diminutivo. Pensó preocupada.

Nayeon aún guardaba el secreto de que participaba en peleas clandestinas, aún tenía miedo por la reacción que vaya a tener Mina.

Con estos seis meses de relación se había dado cuenta la gran majestuosidad que rodeaba a Mina, desde sus notas perfectas hasta su gran talento en la danza, todo en ella era perfecto, así que trataba de ser una novia perfecta también. Por eso aun le ocultaba que participaba en peleas clandestinas, no quería manchar algo de la majestuosidad y pulcritud que tenía el nombre de Myoui Mina. De por sí lo ensuciaba algo por los rumores que habían en su alrededor.

Nayeon había tenido un pasado en el que se había comportado de una forma no muy grata, se había puesto en sus hombros el cargo de ser la chica mala pues estaba muy aburrida y le gustaba la atención y prestigio que daba a su nombre. Pero había quedado atrás, cuando empezó a madurar solamente dejó atrás todo lo que la caracterizaba como una chica mala, pero siempre tu pasado te persigue. Las cuentas le habían venido cuando todo el mundo se enteró que la perfecta Myoui Mina estaba saliendo con la problemática Im Nayeon.

Y bien, había dejado sus malos hábitos como: pelearse por cualquier cosa en la cafetería hasta romperle el labio al otro, pero su ceño fruncido y las chaquetas de cuero jamás se irían, eran su estilo, uno que le hacía ver intimidante.

cigarro acaramelado » minayeon Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz