✧ ─ 𝐌𝐈𝐎𝐍𝐄

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— ¡Oh! Disculpa, pensé que habían terminado de usar la habitación—. Una linda castaña se apresuraba a decir al ver en una esquina acurrucada a Charlize.

— No te preocupes, yo ya me iba—. Hermione notó como la voz de la albina se escuchaba mucho más apagada de lo que antes estaba.

Antes que la albina cruzara el umbral de la puerta habló— Quédate, por favor— pidió tomando desprevenida a la más alta, sin embargo esta no se movió de donde estaba— Solo quiero hablar... Se que no es momento, pero... pero, yo, bueno, yo quiero retomar las cosa. No quiero que estés sola. Se que es lo que deseas y estás en todo el derecho, pero no quiero es que te sientas sola—. La voz de Hermione parecía quebrarse poco a poco.

— No te hago bien, mírame, soy un imán de desgracias, soy una idiota que no piensa antes de hablar, soy una idiota qu-...

— Yo te quiero así de idiota... No me importa si crees que eres un imán de desgracias, porque desde mi mirar no lo veo así. No te pido que comencemos un noviazgo porque se que no es momento... Pero quiero estar junto a ti—. Charlize no sabía que decir, especialmente cuando sintió como Hermione la abrazaba. No se pudo contener y rompió en llanto—. Llora todo lo que tengas que llorar, siempre estaré para ti— hablaba con suavidad dando pequeños masajes en la espalda de la menor.

— Perdón por haberme comportado así, no te mereces nada de eso Mione—. pronunciaba con dificultad entre llantos—. Déjame hablar— dijo luego de ver que la castaña intentaba interrumpirla—. Perdóname por ello, fui una tonta, fui una egoísta, una ignorante. Perdóname por no haberte contado sobre la verdad de mi familia... perdón, pero es que tenía miedo— admitió—. Tengo miedo.

— Charlize— susurró la castaña tomando el rostro de la más alta entre sus manos, sentía pena por todo lo que Charlize tenía que pasar desde que era una niña.

— Tengo miedo no ha que Tom me asesino, no. Tengo miedo a que algo le ocurra a mis padres, a Amélie, a mis amigos, a ti. Temo que algo terrible les ocurra por culpa de ese maldito. Porque lo único que él busca es destruirme— Contaba volviendo a abrazar a la castaña, pero esta vez con mucha fuerza.

— ¿Por qué querría destruirte? Eres su hermana— preguntó separándose un poco, para poder mirar aquellos ojos heterocromáticos que de un día a otro no dejaron de salir de su cabeza.

— Ese maldito no tiene corazón Mione. El cree que yo le quiero robar un tonto título... pero no es así, no quiero saber ni tener nada que tenga que ver con él o los Gaunt, o mis antepasados. No quiero tener relación con nada oscuro. No quiero un mundo gobernado por personas como Tom. Tampoco quiero ser como él— lo último lo dijo intentando convencer a su propio cerebro.

— No serás igual que él. ¿Quedó entendido? No serás como el, puede que no seas perfecta y que cometas uno que otro error como todo ser humano, pero no eres ni serás como el.

— Gracias, perdón por agobiarte por mis cosas.

— No te disculpes, no me molesta. Se que no la estás pasando bien, pero es un gran paso el que expreses lo que sientas. No puedo decir que entiendo tu dolor, porque no es así, pero siempre tendrás quien te escuche— dijo con una pequeña sonrisa. Aquella sonrisa provocó un sentir en Charlize que aun que no lo quisiera admitir del todo, había extrañado.

— ¿Qué tal tus vacaciones?— se atrevió a decir la albina, luego de haber sido guiada por Hermione hasta un sofá. Estaban sentada una al lado de la otra.

— Se podría decir que normales, viaje con mis padres a algunos lugares, pero sin duda me encantó volver al bosque de Dean.

— ¿Era lindo?

— Es muy hermoso—  respondió recordando—. Supe que Dumbledore tendrá tu tutoría y que volverás a Hogwarts ¿Cómo te sientes con eso?

— No se ni cómo sentirme. Son tantas cosas que a veces mi cerebro tarda en procesar— dijo con una risilla, provocándola también en Hermione—. Pero supongo que estará bien. Estaré con Dumbledore, volveré a ver a mis amigos con frecuencia ¿Qué más podría pedir?

— Te extrañé mucho— murmuró la castaña recostando su cabeza en el hombro izquierdo la albina y abrazando a la misma—. Te quiero Charlize, déjame quererte, o si no te pegaré—. La felicidad parecía volver a su cuerpo poco a poco—. No me importa tener que esperar años para que tu y yo podamos tener algo más que una amistad.

— Y-yo... y-yo también te q-quiero Mione— maldijo al darse cuenta que ni siquiera un te quiero podía decir bien




















































Holaa, les ha gustado? Me gustaría saber que les gustaría ver en los siguientes capítulos.

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— Tati

𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠Where stories live. Discover now