69

266 21 1
                                    

Pov: Lucia Luthor.

Así que aquí estábamos, juntas viendo la luna. Ella se inmutó en cuanto había dicho eso, aunque no era una confesión completa. Pero se que ella lo entendió... O eso esperaba, facilitaría mucho mi situación.

— ¿Te preocupa algo que me pueda ocurrir? — note su preocupación y negué rápidamente poniendo mi mano en su hombro para tranquilizarla.

— No Sol, nada de eso. Todo está bien contigo. — ella suspiro y fijo sus ojos en los míos ladeando levemente su cabeza mirándome con inocencia.

¿Cómo podía?

— Yo.. —

No lo soportaba, su mirada era tan dulce, tan pura e inocente. ¿Ella realmente puede estar con alguien como yo?

— Estás temblando de frío, deberíamos.. —

— No evadas la conversación, por favor habla conmigo Lu — insistió y volví a suspirar botando el leve pavor.

— Es mis sentimientos sobre ti. En qué sería muy mal visto que ahora quiera estar contigo cuando antes te hice lo que hice — jugué con mis dedos.

— Tu.. ¿quieres estar conmigo? — relamio sus labios. Y yo asentí levemente

— eres una persona, dulce, linda, amable, inteligente, hermosa.. mis madres te aman. Y me has cautivado — a ella le comenzaban a brillar los ojos, ¿podía ser más hermosa?

— Lucy.. nuestra atracción y conexión es evidente yo... Tu también me gustas, me encantas de hecho, eres una mujer muy sexy, atractiva, me gusta que seas alta. — me sonroje, no lo niego — Pero.. ¿estás segura que quieres estar conmigo? Es decir, no tengo nada. Apenas tenía empleo antes. — la detuve

— No me importa lo que tengas o lo que no tengas, de verdad no me importa. Lo que me importa de verdad eres tú, que estés a mi lado y lo buena que has Sido conmigo todo este tiempo. Por perdonarme — hablé bajito. Ella se acercó levemente, no pude evitar mirar sus ojos. Coloque mis manos en su cintura.

Ella de verdad estaba temblando de frío, solo tenía unos shorts cortos con una camisa semi larga, en mi habitación tenía calefacción.  La acune con mis brazos

— Realemente tienes frío — susurré por encima de ella.

— Que que envidia, tu no. — sonreí un poco.  Separe  un poco nuestros cuerpos y alce sus Menton con mi mano, moría por besarla, en verdad lo hacía.

Lo hice, sus labios estaban fríos y temblorosos pero no importaba. La bese sin desespero, con suavidad y amor, porque era lo que sentía.

Y después de tanto tiempo encontré la paz nuevamente. En ella. 

—  Gracias por calentarme —  quite el cabello de su rostro.

— Déjame hacer las cosas bien está vez ¿Si? Te llevaré flores, chocolates, te diré cosas cursis. Tu solo dime qué quieres y yo lo haré — Su mirada suave era lo único que me hacía sentir bien. 

— Lucy, yo solo quiero que estés conmigo, es todo. — sonreí y le di otro pequeño beso. — Aunque lo de las flores y chocolates me gusta. Y me das flores dame... —

— Margaritas — respondí antes que ella.

— Eso me enamora más —  susurro.

—¿Dormimos? — Pregunté

— Por favor, me muero de frío —

Entramos finalmente a la habitación y escuchamos a Mia quejarse.

Volverte a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora