SEXTUBRE
━━━━━ ❝ Porque Ryu solo tenía ganas de desgarrarle la garganta y destruirle las caderas a su novio ❞
Es octubre y Megumi solo puede ver a su novio rondandolo, provocando que su cordura lo abandonará lentamente y le rogara que lo cogi...
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❝ Ven y dime al oído que te has vestido hoy pensando en desvestirte frente a mí ❞
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Megumi vio a su novio en un salón vacío. Tenía su cabeza apoyada totalmente y sus brazos estirados en totalidad en el escritorio del profesor, mientras estaba sentado en la silla que también estaba puesta para el profesor. Se veía aburrido, lo que le causo cierta gracia, pues Ryu es alguien difícil de aburrir.
Lo observó, como solía hacer cada vez que Ryu estaba distraído o concentrado en otra cosa. Le gustaba detallar a su novio, queriéndose aprender cada uno de los detalles en su piel y sus gestos. Le gustaba saber que gesto podía ante las diferentes situaciones en las que se metía, pero eso era tan malditamente cursi, por eso era un secreto.
Finalmente decidió entrar, al verlo tan metido en sus pensamientos. En ese punto ya era normal que Ryu hubiera soltado algún comentario burlón o doble sentido al saber que él estaba ahí.
Ryu sintió la presencia de alguien, pero realmente no estaba muy puesto en prestar atención a lo que lo rodeaba. Era obvio que no podría ser alguien que buscará dañarlo, pues no podría haber entrado a la preparatoria así como así —. ¿Se le olvidó algo, Gojo?
No hubo respuesta, así que levantó la cabeza lentamente. Se tipo con el uniforme del lugar, sin embargo, parecía más el de estudiantes, por lo que dedujo que no era el maestro de su novio. Termino de levantar su cabeza, encontrándose con los hermosos e hipnóticos ojos de su novio. Los miro sin decir nada durante unos segundos.
Megumi frunció el ceño —. Si quieres me voy.
Ryu parpadeo varias veces, perdiendo de su foco los ojos azules del menor. Le costó un poco adivinarlo, pero la mueca de Megumi era muy obvia. Está celoso, ¿En serio estaba celoso?. Una sonrisa sugestiva apareció en su rostro. Sólo había mencionado a Gojo porque hace unos momentos se lo había topado, mientras buscaba un salón para estar ya que tenía que esperar a su maestra para unas cosas que realmente no había prestado atención.
