Sextubre ━━━ Megumi Fushiguro. ✓

━━━ vi.

❝Un consejo:
si alguien te invita a su casa es porque te quiere cojer, si quieren más consejos vengan a mi casa.❞

Se encontraban todos, Ryu, Megumi, Yuji y Nobara, en la habitación de hotel que reservaron luego de darse cuenta que estaban muertos de cansancio y que llegar a la preparatoria sería una tarea difícil. No tenían demasiado presupuesto, así que decidieron que estaba bien dormir los cuatro en una sola habitación, o bueno eso hasta que Ryu dijo que pondría el extra para que Nobara tuviera una habitación para ella sola.

Decidieron ver películas, mientras esperaban que el sueño los golpeará totalmente. Ryu había aceptado llevar a Nobara hasta su habitación si se dormía, ya que él era a quien más difícil se le hacía conciliar el sueño. Apagaron las luces, de la habitación donde dormirían los tres chicos, se tiraron en el sofá, los tres amigos en el sofá y el mayor en el suelo. Consiguieron algo para comer y eligieron que películas verían esa noche. Empezaron con algo de comedia y finalmente se adentraron en las películas de terror.

Y no tardaron mucho en romper las posiciones en las que inicialmente estaban. Megumi había ido a sentarse en el regazo de su novio, quien lo recibió gustosamente. Nobara y Yuji decidieron ocupar el espacio que había dejado su amigo, estirándose lo más que pudieron sin afectar la comodidad del otro.

La primera película de terror había estado tranquila, no hubieron demasiados sustos y realmente no estuvo muy buena, por lo que todos concordaron en que estaría bien ver otra. La segunda película de terror ya iba por la mitad, y al contrario que la otra, está había tenido sustos buenos, alguno que otro había estado mediocre, pero del resto cumplían bien su objetivo final.

Megumi se movió levemente del susto, sin despegarse demasiado del cuerpo de su novio. No era la primera vez que Megumi se movía de esa forma en la noche, Ryu los había estado ignorando todos de buena manera, pero ese había rozado el filo de su cordura. Megumi escucho claramente el gruñido ronco de su novio, pues lo había hecho cerca de su oído, y sintió sus manos posicionarse en sus caderas para frenar cualquier movimiento. Podía sentir cierto bulto conocido presionando contra su culo sin ningún tipo de cuidado.

— Megumi ya basta — su voz era ronca para ese momento, lo que significaba que llevaba un rato controlándose —. He estado portandome bien porque tus amigos están aquí, no hagas que todo se vaya al demonio.

La película dejó de tener importancia cuando escucho resonar la voz ronca del mayor cerca de su oído. No había nada peor que escuchar la voz ronca de Ryu Takeda por el placer o porque recién se estaba despertando, por lo menos para Megumi. Giro levemente su vista, buscando que estaban haciendo sus amigos en ese momento. Nobara estaba completamente dormida, aunque realmente no recuerda desde cuándo se durmió, y Yuji parecía entre ensimismado en la película y a punto de rendirse a los brazos de Morfeo.

Se giró sin demasiado cuidado, sacándole otro gruñido ronco a su novio. Enredo sus brazos por su cuello y pasó sus piernas por los lados de su cuerpo. Enterró su cabeza en el hueco del cuello del otro, pegando su piel con su frente. Podía hacerlo, si callaba completamente los sonidos lujuriosos que saldrían de su boca no habría problemas, y solo se arrepentiría un poco cuando se levantará al día siguiente.

Ryu solía decirle que él había provocado eso, así que tenía que solucionarlo. Eso iba a hacer, solucionarlo en ese momento era lo correcto, ¿No?.

— Megumi...

— Ryu... — lo llamo de la misma forma.

Empezó a mover sus caderas cubiertas sobre el miembro cubierto de su novio. Podía sentir a su novio apretar sus caderas con más fuerza, como si eso fuese una especie de seguro que evitaría que el fino hilo de cordura que le quedaba se rompiera.

El ritmo era suave y los movimientos eran en círculos. Megumi era quien llevaba el control, como pocas veces lo hacía. Ryu ni siquiera intento tomar el control, simplemente dejó que su novio hiciera lo que quisiera y fuera al ritmo que quisiera. Megumi quiso creer que era porque el mayor sabía que si abandonaba esa posición las cosas no serían para nada silenciosas.

Los suspiros calientes de Fushiguro se volvieron jadeos claros cuando Takeda lo hizo ir más rápido, indicándole que quería más. Mordió con fuerza el lugar donde antes estaba recostada su frente, para de esa manera evitar que cualquier sonido que filtrara en el silencio de la habitación, que solo era interrumpido por cualquier cosa que saliera de la película. Sabía que al más alto no le importaba la fuerte mordida o la marca clara de sus dientes al día siguiente, pues le gustaba.

Dejó que Ryu tomara el control, empezando a gemir cuando aumento aún más la fuerza de su roces. Eso lo hizo morder aún más fuerte y escuchar el primer gemido ronco de parte del otro. Definitivamente Ryu estaba hecho todo un masoquista de primera.

Los movimientos siguieron durante un rato más, hasta que Megumi sintió el cosquilleo de que su orgasmo estaba a punto de llegar. Quería avisarle a su novio, pero sabía que despegar su boca de la piel del mayor no traería nada bueno.

Un par de movimientos más y se corrió, llenado de su propio semen su boxer y su pantalón. Aún así los movimientos siguieron, sobreestimulandolo. Era obvio que Ryu estaba buscando su propia liberación, que parecía estar algo lejos, por lo menos en la percepción del menor. Sin embargo, finalmente se corrió luego de unos minutos, haciendo su mejor intento de tragarse su gruñido ronco más alto que el resto.

Megumi pegó aún más sus cuerpos, sintiendo el sudor de Ryu pegar contra el suyo. Le dio un beso, no sin antes observar la marca que había dejado en la piel del otro. Se podía ver algo de sangre, pero ambos sabían que eso no estaría ahí al día siguiente. Tal vez lo único que les debía preocupar eran sus prendas inferiores llenas de su propio semen. Pero eso ya era un problema para otro día, ya se buscarían como explicarlo.