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El chico como todos los días se levantó somnoliento de la cama, con las ganas de seguir descansando.
Mientras más empeoraba su condición más horas de sueño necesitaba, pero el no tenía tiempo para dormir, tenía que atender a su familia y ignorar el cansancio.
Cuando bajó por las escaleras el sonido del llanto de un bebé lo terminó de despertar.
Sus párpados seguían semiserrados y tenía una cara obstinada, pero no tenía sueño.
...-Tan ruidoso como tu madre.-dijo entre suspiros.
Al entrar en la cocina había un ambiente tormentoso, Rumi sostenía al ruidoso bebé en brazos. Estaba desesperada tratando de calmarlo, usaba caras tontas y le hablaba de forma tierna pero nada resultaba servir.
Rumi-Vamos cálmate pequeño..no llores más, tu mamá se enojaría si te escuchará llorar tan fuerte..
Los esfuerzos de Mirko fueron inútiles, el bebé no paraba de llorar.
Ghislaine también estaba ahí, ella comía tranquilamente su desayuno sin que el llanto del bebé le molestara. A la conejo le irritó que estuviera tan calmada.
Rumi-¿Tu debes de saber cómo calmar un bebé? ¡Ayúdame! ¡Es el hijo de tu esposo!
La reina del filo termino su comida y se levantó.
Ghislaine-Tengo que ir al trabajo.. y yo no sé nada de como criar un niño. Tu deberías de ayudarla, cariño.
El chico había estado todo este tiempo recostado en la pared viendo lo que sucedía con decepción.
...-Este niño no para de llorar, ¿porque no lo calmas, conejita?-menciono con ironía.
Mirko fue hasta el con el bebé en brazos y le reclamó.
Rumi-¡No me llames así, idiota! ¡Y haste cargo tu! ¡tu eres su padre, imbécil!
El chico recibió al niño en brazos de parte de Rumi, cuidadosamente lo acurrucó y fácilmente logro que se calmara.
...-Bien hecho. Definitivamente eres mi hijo.
El bebé tenía el cabello color negro y en grandes mechones que le daban una apariencia salvaje, sus ojos eran azules, poseía dos dientes caninos superiores.
Ninguna de las dos mujeres presentes era su madre, razón por la cual solo se calmó cuando estuvo en brazos de su padre.
...-¿Que paso con su madre?-le pregunto a Mirko.
La heroína respiró y se sentó en una de las sillas.
Rumi-Ya sabes, se marchó desde muy temprano, saber a qué lugar y me dejo a mi a cargo del niño. Ojalá y no ocasione problemas de nuevo.
...-Lo hará...solo quisiera que no causará muchos daños.-dijo afligido.
La reina del filo espero pacientemente a que su esposo terminara de calmar al bebé para despedirse de él.
