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El chico tenía a su esposa Meroleona durmiendo a su lado, ella se veía muy comoda durmiendo abrazada a el, sin embargo el no podía dormir al sentirse algo nervioso. No quería despertar a su amada, pero quería que lo ayudara a calmarse.
...-Mero...Mero...-susurraba suavemente en su oído.
La noble no pudo escucharlo en su sueño, estaba cansada, pero el insistió un poco más.
...-Leoncita...Mero..-dijo empujando su hombro.
Su antigua capitána recuperó brevemente la conciencia solo para escuchar su petición. Aún estaba dormida y por eso contestó con los ojos cerrados y la voz irritada.
Meroleona-¿Que quieres? Ya duérmete.
....-Discúlpame, pero es que no puedo dormir. ¿Podríamos hablar un segundo?
Ella se molestó con el por haberla despertado y chasqueo la lengua, luego se giró para no escucharlo más.
El chico sintiéndose tonto, miró el techo sin nada más que decir. No quería seguir interrumpiendo su descanso, pero al menos no quería irse con las manos vacías. El se abrazó a su esposa, asegurando sus brazos en su cintura, pero la alegría le duró poco, porque Meroleona estaba aumentando su temperatura corporal de forma inconsciente. El chico no tuvo más opción que soltarla o si no iba a terminar empapado en sudor.
Antes le había preocupado que el calor de su esposa afectará al bebé, pero al preguntarle a Meroleona ella contestó que no había pasado nada la primera vez cuando estuvo embarazada de Coallion a pesar de que tomar baños de lava en volcanes. El ex héroe no quiso comprobar que fuera cierto y confío en lo que ella le dijo.
El chico sin nada más que hacer, tuvo que quedarse pensando con las manos en la nuca, pues no podía dormir y el estrés se lo estaba comiendo. Quería que su esposa le ayudara, pero entendía que estuviera cansada y más aún con lo exhausta que debía de estar por el embarazo.
El no quería recordar su pasado, de hecho todo el tiempo mantenía su cabeza lejos de los malos tiempos que fueron, pero como se acercaba el viaje al reino del trébol fue inevitable que vinieran a el esos recuerdos dolorosos.
Princia Funnybunny fue una amiga suya en el Reino del trébol, habían sido compañeros trabajando en un café/panadería que habían abierto juntos.
Se llevaban de maravilla luego de que ella dejará atrás su vida como Rey mago y se liberará de su tormentoso pasado, para convertirse simplemente en una mujer joven que trabajaba en una cafetería.
Aunque al principio tenían diferencias marcadas, eran más que nada cosas del orgullo de ambos. El chico que no quería acercarse a nadie por miedo a lastimarlo y ella que era reacia a confiar en alguien por su solitaria vida.
Aunque Funnybunny le debía su vida a el, no sentía que tuvieran que ser amigos, pero pronto fue inevitable que compartieran sus sentimientos al pasar tanto tiempo juntos sintiendo las mismas decepciones y alegrías del negocio que abrieron juntos.
