Capítulo 41

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Llegando de vuelta a los aposentos de Kayn después de la conversación con Syndra. T/n observó a Kayn mientras dormía profundamente. La luz matinal se filtraba por las cortinas, iluminando su rostro tranquilo. Se sintió agradecida por tenerlo a su lado nuevamente. Decidió prepararle un desayuno para que se despertara con una agradable sorpresa.

Buscó en su bolso y encontró la porción de tarta de frutos rojos que estaba aún fresca que había traído la noche anterior. Sabía que a Kayn le gustaban las frutas y sería un buen inicio para el día. También calentó agua para hacer un té de hierbas suave que sabía que le gustaba. Mientras preparaba todo, no pudo evitar pensar en la conversación que había tenido con Syndra sobre los métodos anticonceptivos y el cuidado de su salud en su peligrosa vida.

Finalmente, con el desayuno listo, T/n se acercó a la cama donde Kayn aún dormía y colocó la bandeja con cuidado en una mesita junto a él. Observó su rostro pacífico por un momento antes de decidirse a despertarlo.

—Kayn —susurró suavemente mientras le acariciaba la mejilla. —Es hora de despertar, cariño.

Kayn se removió ligeramente y finalmente abrió los ojos. La visión de T/n con una bandeja de desayuno hizo que una sonrisa se formara en sus labios.
—Buenos días, hermosa. —murmuró con su mirada somnolienta.

T/n le devolvió la sonrisa.
—Buenos días, cariño. Tengo un desayuno especial para ti. —Le mostró la bandeja con la tarta de frutos rojos y el té.

Kayn se incorporó en la cama y se frotó los ojos, aún adormilado.
—Que bien... Tengo que agradecerte por traer mi postre favorito, supongo. —dejó un pequeño beso en los labios de T/n.

Ella se rió suavemente.
—No tienes que hacer nada, Kayn. Lo hago porque quiero... Ser servicial. Toma el té antes de que se enfríe.

Mientras Kayn disfrutaba de su desayuno, T/n aprovechó el momento para hablar sobre la conversación que había tenido con Syndra. Sabía que no era un tema fácil, pero sentía que era importante.

—Kayn, hace un momento hablé con Syndra. —comentó T/n con cautela.

Él asintió mientras masticaba un trozo de tarta. —¿Y qué conversaron?

T/n jugueteó nerviosamente con un mechón de pelo de Kayn antes de continuar.
—Hablamos sobre... métodos anticonceptivos y cuidado de la salud. Sabe que no he estado usando ningún método y me aconsejó considerarlos debido a nuestro estilo de vida peligroso.

Kayn dejó su tenedor y la miró con atención. —Entiendo por qué lo hablaron, pero... T/n, tú y yo, nuestra relación es complicada. No quiero que sientas que tienes que cambiar algo por mí.

T/n suspiró, preocupada de que Kayn malinterpretara sus intenciones.

—No, no solamente por tí, Kayn. Lo considero por el bien de ambos... Por mi.
Sé que vivimos en un mundo peligroso, y quiero estar preparada y cuidar de mí misma.

Él asintió lentamente, entendiendo su punto de vista.

—Tienes razón. Si eso te hace sentir más segura, entonces es una decisión sensata. Solo quiero que sepas que no tienes que hacerlo por mí.

T/n le sonrió con cariño.

—Gracias por entenderlo, Kayn. Tu apoyo significa mucho para mí.

Después de terminar el desayuno, T/n se levantó de la cama y se estiró un poco. Kayn notó que tenía algunas heridas en los talones y en los pies debido a las botas de tacón de aguja que había usado para llegar hasta aquí.

—¿Tus pies están bien? —preguntó Kayn con preocupación.

T/n se encogió de hombros, tratando de minimizar el dolor.

—Solo están un poco lastimados. No es gran cosa.

Kayn se levantó de la cama y la miró con seriedad.

—Déjame ver.

Ella se sintió un poco incómoda, pero no quería rechazar su ayuda. Se sentó en una silla y se quitó las botas, revelando sus pies adoloridos.

Kayn observó las ampollas y heridas  frunciendo el ceño.
—Deberías haberme dicho antes, T/n. No deberías haber caminado tanto con los pies heridos.

T/n se encogió de hombros, sintiéndose culpable.

—No quería molestarte, Kayn... Estoy bien, en serio.

Él suspiró y se acercó a ella.

—No te preocupes por eso. Deberías habérmelo dicho antes. Deja que te ayude.

Con cuidado, Kayn tomó uno de los pies de T/n en sus manos y comenzó a limpiar las heridas con suavidad. Rhaast observaba la escena desde un rincón de la habitación, consciente de la importancia de este acto.

Cuando Kayn terminó con uno, besó el dorso del pie de T/n suavemente.

T/n se sintió sorprendida por el gesto, pero también se estremeció ligeramente ante la sensación de sus labios. Rhaast, el Darkin, que había estado observando en silencio, notó la reacción de T/n. Para él, este acto tenía un significado más profundo que un simple gesto de cuidado. Besar los pies era un acto de sumisión en muchos contextos, y Rhaast no pudo evitar verlo como un signo de como Kayn se ataba a si mismo a T/n.
Tras milenios de conocimiento, Rhaast sabía perfectamente que este acto era un método de endulzamiento y quizas "Amarre".

Kayn continuó tratando las heridas en el otro pie, sin darse cuenta completamente de la tensión que había surgido en la habitación. Cuando terminó, se puso de pie y miró a T/n con una expresión suave en el rostro.

—Tus pies están limpios y con mejor aspecto.

T/n asintió, aunque todavía se sentía un poco cohibida por la situación.

—Gracias, Kayn. Eres... Muy... Muy amable.

Él la miró a los ojos y su mirada se llenó de intensidad.
—Te cuidaré, T/n. Siempre.

La declaración de Kayn hizo que el corazón de T/n latiera más rápido. Sus ojos se encontraron, y T/n sintió una conexión profunda con él en ese momento. Sabía que estaban unidos por algo más que el deseo y la pasión; estaban unidos por un vínculo emocional que los mantenía juntos, incluso en los momentos más oscuros.

Después de un rato, Kayn se alejó un poco y la miró.

—Deberías descansar un poco más... No dormiste mucho que digamos.

T/n asintió y se puso de pie, sintiéndose más relajada después del cuidado de Kayn. Se deslizó bajo las sábanas junto a él y lo miró con cariño.

—Gracias por cuidarme, Kayn.

Él la abrazó con fuerza y la besó con ternura en los labios.

—Siempre, T/n.

Rhaast, quien había estado observando en silencio, no pudo evitar comentar desde su rincón oscuro.

—Interesante... parece que te estás sometiendo a ella, ¿verdad, Kayn?

Kayn lo ignoró, concentrándose en la mujer que tenía en sus brazos. Por ahora, lo único que le importaba era T/n y el amor que compartían. El pasado y el futuro podían esperar.

Kayn y Tú "Supremacía"Where stories live. Discover now