Tom.
El sonido de la alarma hizo que rapidamente abriera los ojos, con un poco de pereza me levanté lentamente, camine hasta el baño donde me duche e hice mi aseo facil.
Cuando termine baje a la cocina, dónde se encontraba rosita preparando el desayuno.
Rosita nuestras chef personal, ah sido una gran ayuda, la verdad, Noah la ama, y ella ama a Noah, es como una abuelita para el.
A un lado de rosita se encuentra mi hijo sentado jugando con sus figuritas de acción.
Me acerque a él con total silencio, me hice atrás de él y empecé hacerle cosquillas.
—Basta papá.—Dijo sin parar de reír.
Deje de hacerle cosquillas y me senté a un lado suyo.
—Como estás bebé.—Pregunte a mi hijo.
—Bien gracias, a qué horas llegaste ayer.—Pregunto.
—La verdad llegué temprano, aunque ya estabas dormido.—Respondí.—¿Cómo la pasaste ayer con tu nueva niñera.?—Pregunte.
—Muy bien, es muy divertida.—Sonrió, ya sabía la respuesta.
—¿Te cae mejor que Estefanía.?—Estefania es su antigua niñera, que aún sigue llamando por más trabajo, se llegó a obsesiónar conmigo, haci que la despedí
—Si, nao es increíble, me hizo reír demasiado.—Vi sus ojos brillar, algo que no eh visto desde hace mucho tiempo.—Si quieres puedes irte hoy también con la rubia fea, estaré pasandolo increíble con nao.—Dijo.
Dramáticamente lleve una mano a mi pecho.
—Estas cambiándome por Naomi.—Simule llorar.
Senti sus pequeñas manos abrazarme fuertemente.
—Claro que no papá, pero se que te diviertes más con la rubia fea que conmigo.—Dijo aún abrazándome.
—Porque dices eso Noah.—Pregunte, nunca lo había escuchado hablar así.
—Porque tu lo demuestras, aunque ahora la paso mejor con nao.—Respondió, y la verdad si dolió.
¿Yo lo demuestro?
¡Vaya que buen padre soy!
—Bueno...—Mire al suelo intentando pensar en algo.—Tenia planeado invitarte hoy al zoológico.—Acaricie su cabello.
La verdad esque hoy tendría mucho trabajo en la oficina, pero no puedo perder el cariño de mi único hijo, puedo hacer el trabajo a un lado, Noah lo es todo para mí.
—!Sii!—Choco mi mano con la suya.—Podemos llevar a Naomi, con nosotros.—Pregunto bastante sonriente.
¿Que digo?
No pensé en Naomi, pero no puedo dejarla aquí, porque entonces ¿para que le pedí vivir aquí?
—Esta bien, ve y dile que iremos al zoológico.—Lo baje de la silla, el felizmente corrió hacia las escaleras y empezó a subir.
Me voltee lentamente viendo a rosita sonreír pícaramente.
—Pasa algo.—Pregunte sonriendo.
—No, nada.—Rio.
—A Veces me das miedo rosita.—Dije, haciéndola reír aún más.
Negué divertido y fue hacia el salón, dónde me tumbe en el sofá y me senté aver televisión.
...
Naomi.
—¡¡Despierta despierta!!—Escuche la voz de Noah, abrí los ojos y efectivamente.
