018

751 47 6
                                    

Tom.

Naomi lleva una semana inconsciente, no me eh separado de ella ni un solo segundo, y no pienso hacerlo, no lo haré.

El chico que también estaba inconsciente ya despertó, está muy delicado de salud, pero ya es consciente.

La policía lo interrogó, el no recuerda mucho.

Dijo que mi expareja había secuestrado a Naomi, y que no es la primera vez que lo hace, a matado muchas chicas, chicas que han estado conmigo, esa perra está loca.

Pretendía separarla de mi para siempre, gracias a Dios eso no se hizo posible, ahora mismo estoy a un lado de Naomi, tengo su mano entrelaza con la mía, su respiración es distante y cortante, está demasiado pálida, tengo demasiado miedo, no quiero perderla.

—Tom debemos irnos.—Dice georg entrando a la habitación.

—No quiero.—Respondo.

Llevo días sin dormir, sin comer sin tomar agua.

Bueno... días no, horas.

—Tom tienes que ir a darte una ducha, comer algo, ve y cámbiate de ropa.—Dice.

Talvez si debería hacerlo, debo asearme.

(...)

Me encontraba en el hotel, dándome una larga ducha, la necesitaba.

Salgo del baño y lo primero que hago es agarrar mi teléfono ya que estaba timbrando repetidas veces.

—Hola.—Digo.

—Soy yo Tom.—Es Bill.

—Que pasa Billy—Pregunto mientras secaba mis trenzas.

—Tom te tengo exelentes noticias.—Dice bastante feliz.

—Ya dime, que pasa.—Insisto.

—Tom...Naomi despertó.—Dice.

No podía con tanta felicidad, mí amor ah despertado.

Rápidamente me visto, salgo de la habitación y agarró un taxi, con dirección al hospital.

Rapidamente corri hacia la habitación de Naomi, abro la puerta rapidamente, allí estaba ella, no estaba en su cama, se encontraba parada frente a la ventana admirando toda la cuidad.

Lentamente camino hacia ella, me pongo atrás de ella y la abrazo por detrás.

Ella rápidamente se voltea, al verme allí sonríe de inmediato y se avalansa sobre mi.

—Tom.—Deja besos por toda mi cara.

—Hola linda.—Hago lo mismo.

—Te extrañe demasiado.—Me abraza fuertemente.

—Yo más, me hiciste demasiada falta.—Digo, ella sonríe y se carga a mi, deja un cálido beso en mi frente.

La tomo del rostro y la miro fijamente, ella llevaba un hermosa sonrisa en su rostro, aquella sonrisa que me trasmite felicidad.

—Eres hermosa.—Digo en susurro.

Ella sonríe nerviosa.—Gracias, tu igual.—Dice.

—¿Soy hermosa?—Pregunto en broma.

Ella ríe.—No, eres hermoso.—Dice, y esas fueron las palabras para darme paso, en un movimiento rápido la acercó a mi, uniendo nuestros labios en una cálido y apasionado beso.

Nuestros labios bailan entre ellos, ambos moviéndose sutilmente.

Me atreví a más, ella me dió paso, lentamente introduzco mi lengua.

La niñera -Tom kaulitz-Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon