Oscuro Frenesí

Capítulo 7

- Sabía que tenías que ver en esto - le gritó Bernarda a Cristina tan pronto la vio salir de la ambulancia donde traían a Dionisio de regreso al hospital. - Si algo le sucede a mi hijo, no será más que tu culpa. - Los médicos se hicieron cargo de Dionisio, dejando atrás el conflicto entre las mujeres. - Te exijo que te alejes de mi hijo.

- Madre, deja en paz a Cristina - quiso intervenir Julieta.

- No te atrevas a defender a esta mujer en mi presencia. Tú también eres una... - Cristina se interpuso entre Julieta y Bernarda para acallar cualquier insulto.

- Ya basta, Bernarda. ¿Cómo puede tratar así a su hija? ¿Qué clase de madre es usted?

- Una mejor que tú, ¿no te parece? Al menos yo tengo a mis dos hijos vivos - Cristina le lanzó una bofetada a su exsuegra y se quedó temblando del enojo. Julieta las miró boquiabierta, sin poder moverse de su sitio.

- No le permitiré que me hable así nunca más. - Cuando Bernarda quiso devolverle la bofetada, una mano fuerte la detuvo por detrás.

- Ya... Es mejor que te tranquilices, mujer.

- Suéltame, deja que le dé su merecido a esta mujerzuela. - Ambas mujeres se miraron con odio.

- No te soltaré hasta que te calmes - Un instante después, Bernarda se relajó y fue soltada, así que después de lanzarle una mirada llameante a Julieta y Cristina, ingresó al hospital. - Perdona a Bernarda, Cristina. Ya sabes cómo se pone cuando de Dionisio se trata. - Con la elegancia que le caracterizaba, Norberto le tomó la mano a Cristina y se la besó con suavidad. - Es un placer volver a verte. - Con una mirada intensa, que recorrió a ambas mujeres, terminó por saludar - A ti también, Julieta. Un verdadero placer verlas de nuevo.

- ¿Cómo está mi hijo?

- Estable. Se abrió un poco la herida, pero nada que no pueda resolverse en unos días. Sin embargo, debe permanecer unos días más en el hospital. Su hijo es bastante temerario. - el médico firmó algo en la historia y salió de la habitación, dejando a Bernarda con su hijo. La mujer miró a su primogénito con seriedad y sacudió la cabeza al recordar el desafortunado encuentro con Cristina fuera del hospital.

Esa mujer le sacaba de quicio, su sola presencia le irritaba y no era para menos, Cristina siempre fue un estorbo en su familia. Bernarda recordó la primera vez que la vio, cuando Julieta la llevó a la casa Ferrer en la Ciudad de México. No tuvo que pasar mucho tiempo para que se diera cuenta de que Cristina no tenía cabida en su familia, pero por más intentos que hizo, no pudo evitar el resultado de su presencia en la vida de sus hijos. Dionisio se había empecinado en conseguir a esa mujer apenas la conoció y lo logró. El poder que tenía Cristina sobre su familia era demasiado, tal como ella había sospechado desde un principio. Por eso, Julieta también se había contaminado de su presencia, de sus ideales poco cristianos. Siempre iba a maldecir el día en que Cristina Maldonado había llegado a sus vidas.

- Mamá... - el susurro de Dionisio la sacó de sus pensamientos.

- Aquí estoy mi amor, quédate tranquilo.

- Quiero ver a Cristina. - pidió con suavidad, sin abrir los ojos.

- Si... - Bernarda apretó los dientes con fuerza y agregó unas palabras para tranquilizar a su hijo - la verás. Ahora descansa.

Cristina había decidido que no regresaría al hospital para saber el estado de Dionisio. Por Julieta sabía que estaba vivo, y con eso debía bastarle. O eso era lo que ella se decía una y otra vez. Después de no dormir mucho, pensando en Dionisio, se levantó decidida a continuar su vida. Esa mañana estaba en San Jacinto para entregar unas fotografías y, definitivamente, no le estaba yendo muy bien con eso de no pensar en su exmarido. Meditó en lo absurdo que era que le pareciera romántico ver a Dionisio en su habitación, con una herida de bala y vestido con ropa de hospital, nada más para asegurarle que no la creía culpable de la muerte de su hija. Inconscientemente, el recuerdo de su hija hizo apretar con fuerza el volante, y frenó con fuerza al ver un cuerpo frente a ella. Con rapidez apagó el coche y rezando que no hubiese matado a la persona, se bajó del coche.