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Viernes

La semana se estaba acabando, tenía la esperanza de que Choso regresara al día siguiente... pero no lo hizo, pasaron los días y fue la misma situación.

Para serles franca, me había llamado la atención desde que lo ví entrar a la florería, pero recordaba que hace meses, cuando lo ayudé a elegir la botella de vino... él me había dicho que tenía novia.

Supongo que este es el famoso: cuando te gusta alguien a "primera vista".

Parece que mis plegarias fueron escuchadas porque momentos después, Choso entró a la tienda. Traía un atuendo parecido al de la última vez, el cuál le lucía muy bien.

Maki había pedido permiso para salir temprano y Nobara se encontraba en la parte trasera del local haciendo los últimos ramos para mañana.

Se acercó al mostrador y me sonrió.

—¿Estás ocupada? —preguntó directo, sin dejar de verme.

—¿Por qué?.

—No respondas una pregunta con otra pregunta —rió levemente—. Recordé que tal vez... te está carcomiendo el hecho de que yo pagué y no te dejé hacerlo, así que venía a eso.

—¿A que te entregue la mitad del dinero que pagaste? —sonreí, comenzando a buscar mi bolso para sacar el dinero.

—¡No! —respondió al instante—. Te había dicho que la próxima vez tú invitabas —me miró, tratando de darme a entender algo.

—¿Entonces quieres que pague yo? —rodó los ojos ante mi pregunta.

—Puedo pagarlo yo, pero no sé... si tú quieras.

—¿Pero que se supone que vas a pagar? No entiendo —hablé confundida, seguía sin captar a qué se refería.

—¿Por qué me lo haces tan difícil? —comenzó a reír, dejando su mirada fija en mí, una vez más—. Te estoy diciendo que si estás ocupada hoy, si estás libre podemos salir y solo si tú quieres... puedo pagar yo. No necesitas pagar nada para quedar a mano por lo de la última vez —asentí varias veces, debido a su explicación.

¿Me estaba invitando a salir? ¿O solo era para quedar a mano por la vez anterior?

—Choso —miré el reloj de pared—. Son las 2:45pm. ¿Podrías esperarme 15 minutos? Todavía tengo que acabar unas cosas —él asintió y fue a tomar asiento en nuestra pequeña sala de espera. Dicha área estaba conformada por 3 sillones y un centro de mesa.

Ingresé al almacen donde estaba Nobara. En esta parte del establecimiento es donde limpiábamos las flores y hacíamos los ramos, por lo que el piso se encontraba lleno de hojas y petalos que caían de las flores.

—¿Cómo vas, Nobara? —cuestioné al verla armando un ramo de Girasoles.

—Ya casi acabo, falta este y otro ramo más.

—Tengo que irme en unos minutos, pero te dejo la llave para que cierres. Si terminas el otro ramo antes de las 5pm, te puedes ir antes —expliqué rápido—. Nos vemos mañana a las 9am.

Salí de ahí, yendo a la caja registradora para hacer las cuentas de hoy. En estos días surgieron muy buenas ventas y eso me motivaba a seguir adelante. Revisé la libreta de ventas y marqué los pedidos que ya estaban hechos para el día de mañana.

Tomé mis cosas y fui a dónde estaba Choso, quién se encontraba viendo su celular hasta que alzó el rostro para verme.

—¿Terminaste?

—Sí, podemos irnos —se levantó del asiento y me siguió a la salida. Ya estando fuera de la florería, volteé a verlo—. ¿Tienes alguna idea de a dónde iremos?

Scary Love  |  ChosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora