Me case por accidente (Izuku x harem) [ En Corrección de Errores]

Capitulo [38]

Nota del autor: Realmente necesito retomar la rutina. Ya se me había olvidado como escribía xd.

(....)

—... Entonces, así fue mi participación en el programa. Por último, debo admitir que ese chico es diferente a cualquier elegido que Japón haya tenido en su historia. Lo supe desde la primera vez que lo vi. Literalmente, lo que usted y su madre me dijeron acerca de que las puso de su lado es la prueba definitiva de lo que yo intuía que iba a pasar si la correa que le pusimos desde la infancia se libera. De hecho, ¿No deberían estar orgullosas? Algo me dice que nuestro gobierno debe estar haciendo lo imposible para reparar esta mierda —dijo Maxwell con una sonrisa prepotente, mientras se hallaba sentado en una silla metálica, gozando un poco de libertad sin sus manos atadas—. Mientras tanto, ustedes sacaron la lotería del futuro del mundo al tener a Izuku. Por lo tanto, ¿No deberían agradecerme? Le di a mi gobierno y a ustedes una de las mejores Potencias Mundiales posibles que mi amado Japón vio nacer. De hecho, una forma de agradecerme sería liberarme, ¿No creen?

Luego de que Maxwell finalizara su explicación, la tensión en el lugar se hizo palpable. Sin previo aviso, Elaina se acercó a él y, agarrándolo bruscamente por el cuello, lo levantó del suelo con una fuerza inusual. Sus ojos brillaban con ira y su magia de hielo comenzó a extenderse, rodeando la garganta de Maxwell, congelando el aire a su alrededor.

Elaina apretó con fuerza, su rostro cubierto por una expresión furiosa. Su voz, cargada de ira contenida, resonó en todo el lugar.

—¿Crees que puedes jugar conmigo y salir impune? ¿Agradecer? De hecho, debería matarte —espetó, con cada palabra cargada de resentimiento y furia reprimida— Lo que ustedes le hicieron a Izuku......¡No tiene perdón! Incluso me atrevo a decir que El imperio de Japón y tú han violado el tratado de "Manhattan". Han cruzado límites que van en contra de todas las leyes de la comunidad internacional y el maldito equilibrio del mundo ¡Malditos!

Sus palabras se volvieron más cortantes y violentas, su ira alimentada por la sacudida emocional que sintió al escuchar el pasado oculto de su amado esposo. Un pasado tan desgarrador que la llevó a reprimir las lágrimas que amenazaban con recorrer su rostro. Desafortunadamente, su propia madre también parecía reprimir sus emociones ante lo que había escuchado.

Oficialmente, Japón había cruzado la línea al cometer actos tan atroces hacia un niño inocente como lo era Izuku. Ahora, sus emociones estaban desbordadas y la furia la dominaba.

—¡Les juro que van a pagar por esto! Comenzando contigo.

Elaina en consecuencia apretó aún más y la magia de hielo se volvió más intensa, amenazando con cortar el flujo de aire de Maxwell por completo. Justo cuando se disponía a finalizar el trabajo de una vez por todas, una voz grave y clara interrumpió la tensa escena.

Victorica, la matriarca de la mafia rusa que había observado toda la interacción en silencio, habló con un tono de autoridad que no admitía réplica.