The hot professor... - [Sanwoo- Woosan]

Thirty-six

Un increíble orgasmo les pegó a ambos con poca delicadeza y por esto sus gemidos y jadeos no cesaron por un buen rato. Ambos estaban debilitados por obvias razones, pero al menos San no se permitió caer hacia atrás porque sabía que Wooyoung podía golpearse si no lo sostenía un tiempo antes de que reaccionara. Así que eso mismo hizo, mientras respiraba con agitación sobre el cuello de su compañero sexual, ya que su rostro se había quedado allí de alguna forma extraña que no recordaba, pues los movimientos que sus cuerpos hicieron antes del orgasmo habían sido totalmente inconscientes.

Unos segundos después, mientras ambos respiraban con mucha aceleración y jadeaban por la fuerte sensación que perduraba en sus cuerpos, San logró hacer funcionar sus extremidades. No pensaba en nada, literalmente tenía la mente en blanco, pero de todas formas sacó su rostro del cuello de Wooyoung y pudo ver lo que antes había sentido cubrirlo, los fluidos del menor esparcidos sobre parte de su abdomen y pecho, pues su miembro, ya no más erecto, se encontraba literalmente entre ambos cuerpos. Una sonrisa se formó en sus labios al mismo tiempo que miró a Wooyoung, quién todavía ni siquiera había abierto sus ojos del todo, porque parecía estar aún delirando en su propio mundo, mientras seguía jadeando suavemente. San, que lo sostenía entre sus brazos, tomó su mentón con una de sus manos para que su cabeza no se moviera y contempló su bello rostro, sintiendo enseguida algo que él, ya en sus veintiséis años de vida, reconocía muy bien... estaba comenzando a gustarle de verdad Wooyoung, y no solo sexualmente. Y ese era otro de los millones de riesgos de haberse metido en esto y ahora follar con Wooyoung, comenzar a enamorarse de él, de un chico de apenas veinte años.

Pero enseguida se obligó a dejar de pensar en eso y disfrutar de la vista hermosa que tenía en frente. Su sonrisa no cesó, mientras llevó sus dos manos otra vez al cuerpo de Wooyoung y acarició con suavidad sus glúteos para luego dirigir sus manos hasta estar cerca de su entrada, ¿para qué?, pues para poder salir de él y que yo hayan riesgos de lastimarlo. Rodeó a la perfección el culo de Wooyoung y levantó suavemente su cuerpo, logrando salir de él enseguida para luego volver a sentarlo. Wooyoung comenzó a pestañear, estando un poco más activo al percatarse de lo que San hacía.

Sacó el preservativo de su miembro con cuidado e hizo un pequeño nudo para cerrarlo, todo literalmente sin ver, sí intentaba hacerlo, pero no lograba ver casi nada porque obviamente el cuerpo de Wooyoung lo tapaba. Entonces, mientras se encontraba concentrado en lo que estaba haciendo terminando de cerrar el condón, sintió dos manos ajenas rodear su rostro, así que enseguida miró al frente, claramente viendo a Wooyoung, quien acababa de tomar su rostro y ahora lo observaba todavía con deseo. San alzó levemente sus cejas e iba a decirle algo pero el chico no lo dejó, ya que enseguida estampó sus labios contra los ajenos, haciendo que ambos cuerpos cayeran hacia atrás, así el mayor quedando acostado boca arriba sobre la cama y Wooyoung también acostado, pero boca abajo y sobre él. Las manos de San soltaron el preservativo, el que probablemente cayó al piso y, por instinto, rodearon la cintura desnuda de Wooyoung para sostenerlo. Cuando cayó a la cama mientras era besado con intensidad por el contrario sonrió levemente, disfrutando el beso.

-dios San, maldito, fóllame todas las veces que quieras si lo vas a hacer así de bien, mierda- musitó Wooyoung entre besos húmedos, apretando su agarre al rostro del mayor y mirándolo a los ojos.

Una pequeña risa se escapó de la boca de San, la cual fue ahogada por más y más besos.

-mhh, me gustas demasiado- volvió a musitar, mientras sus dos manos corrían el cabello de San, el cuál caía sobre su rostro hasta que el menor lo movió. Luego ambos se miraron y sonrieron levemente. Wooyoung pensó, pensó en lo que acababa de suceder y en lo increíble que había sido, pero luego sintió algo de desconcierto por ciertas cosas y San lo notó por la expresión que había puesto.