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Sakura no pedía casi nada pero para preparar la casa para recibir a su amiga en casa se trabajó mucho. Le pidió ayuda a Anko para preparar algunas sorpresas para recibir a su amiga, mientras fueron para comprar pastel Sakura compró papel para las cartas con Hinata. 

Su amiga por correspondencia era un año menor por lo que solo cohincidian en el hora del almuerzo pero la niña la saluda muy muy a la distancia, agitaba timidamente su mano y luego corria a cubrirse. Es linda. Sakura ahora le pedia a todo el mundo stickers y papel para cartas. 

—Veo que te gustan mucho tus amigos— Sakura asintió. Eso era muy cierto pero su favorito seguía siendo Sasuke. 

Tenía que pensar en hacerle un regalo especial. Ahora solo podia verlo cuando era arrastrado por Naruto y Jiraiya. 

La última vez que lo vio tenía un color azulado debajo de los ojos, cuando le preguntó a Tsunade por ello ella le dijo que debia ser alguien que estaba muy enfermo. Eso la asusto pero Sasuke no parecia debil de hecho se sentía como una fuerza extraña, despredía de él algo que le daba la sensación contraría de alguien enfermo. 

Decidió tratar de averiguar por su parte más sobre donde y en que condiciones vivía Sasuke, ya había confirmado varias cosas que antes no podía asegurar, Sasuke vivía como un humano, tenía una familia e iba a la escuela como ella, en pocas palabras Sasuke llevaba una vida como cualquier otro niño. 

De camino a casa Sakura recogió una flor. Su color le recordó a Ino. 

Temprano por la mañana se encontró con Naruto y Sasuke por lo que esta semana ella habia cumplido su promesa aunque hubiese preferido jugar todo el dia con ellos, mañana se volverian a encontrar nuevamente. 

Se sentía muy extraño ser la que se iba primero. 

Llegando a casa Tsunade estaba bajando de su habitación, tenía una cara de los mil demonios, aun con sueño y cansada, con el cabello despeinado, ojerosa. Antes de dejarse caer en el sillón más cerca alzó dos dedos para Sakura quien la miró preocupada por su estado. 

Los sabados eran los peores días para Tsunade despertaba por la tarde, porque el día viernes lo trabajaba por completo y luego bebía sake hasta rebentar, en su mayoria de las veces era remolcada a casa por algunos de sus amigos aunque también habían casos en los que llegaba sola cuando no estaba tan ebria. 

El cansancio de toda la semana arrastrado por la resaca daban la peor convinación posible para un sabado.

Sakura como tenía un comportamiento tranquilo no hacia ruido y Tsunade podía dormir hasta lo que su cuerpo soportaba pero terminaba por levantarse igualmente para hidratarse y comer. 

La niña corrió a la cocina encontrándose con Orochimaru allí, ella uso una silla para empapar una toalla de manos y fue de prisa a llevarsela. Tsunade que se habia cubierto los ojos con la mano sintió la prenda mojada siendo metida debajo de su mano que colgaba. —Oh, gracias. 

Puso la tolla media mojada y húmeda sobre sus ojos y frente y sonrió sintiendo el alivio y la sensación fresca en su cabeza. Sonrió enseñando los dientes y felicitó a Sakura con unas palmadas en la cabeza. 

Orochi salió al pasillo viendola echada en la sala —Sakura no es necesario que te muevas como un ninja. Tsunade tiene que acostumbrarse a beber menos. 

La rubia se quejó demostrando un comportamiento inmaduro. —Ya, callate me duele la cabeza. 

El moreno tomó de la mano a Sakura que seguía viendola preocupada. —Vamos deja a esa vieja borracha sola, tienes cosas que hacer—, esta era la primera vez que le decía "vieja ebria".  

Poseidos.Where stories live. Discover now