El Rescate de los Trágicos Villanos está en Marcha! [Tomo II]

Capítulo 47: Este final ya ha sido reescrito.

El sonido de los asesinatos fuera de la Puerta de Suzaku sacudió el cielo, atravesando este palacio con decenas de miles de habitaciones, pero gradualmente se volvió cada vez más distante. Una tenue línea blanca apareció en el horizonte, pero en un instante se cubrió de nubes y una ligera lluvia comenzó a caer. Un vago olor a sangre llenó el aire y todo estaba inquietantemente silencioso.

Xie Jingyuan dividió sus tropas en dos grupos: la mitad de sus tropas fue a atacar a Zhou Wenchen, quien sufrió numerosas bajas, mientras que él tomó la otra mitad de sus tropas para tomar el control del palacio. Mirando desde un lugar alto, pude ver las llamas dentro y fuera del palacio elevándose hacia el cielo, y ni siquiera la lluvia pudo apagar el calor abrasador.

En la oscuridad de la noche, los espadachines estaban sumidos en el caos y Xie Jingyuan llevó a sus soldados a rodear directamente el Salón de Tai Chi. El sonido de los cascos de los caballos era rápido, las espadas chocaban con las armaduras e innumerables flechas brillaban con una luz fría, afilando sus filos en la noche oscura.

"¡Vaya...!"

"¡Vaya...!"

"¡Vaya...!"

Abrieron sus arcos y colocaron flechas, apuntando directamente al ejército imperial que protegía al emperador Yan en la entrada del palacio. Innumerables flechas fueron disparadas bajo una densa lluvia, envueltas en sus cuerpos de carne y hueso, y silenciosamente eliminaron a la mayor parte del ejército enemigo. .

Xie Jingyuan apretó con más fuerza la espada en su cintura. Quería correr directamente al palacio, pero después de pensarlo, le pidió a Chu Xinian su opinión: "¿Deberíamos entrar o no?".

Había una máscara plateada en su rostro, brillando con un color helado en la noche oscura. La llovizna cayó sobre el cuerpo, fluyendo lentamente a lo largo de la armadura, llevándose la sangre.

Chu Xinian pensó por un momento, luego seleccionó al azar a un soldado para que viniera, le susurró algunas palabras al oído y le ordenó que fuera al palacio para informarle la noticia al emperador Yan. Después de terminar todo esto, le dijo a Xie Jingyuan: "No hay problema, el asunto es una conclusión inevitable de todos modos, solo espera un poco más".

Originalmente, el emperador Yan iba a pasar al príncipe heredero, por lo que no era necesario que hicieran ningún movimiento adicional. Si se apresura en este momento, la sucesión legítima se convertirá en una usurpación forzada. Aunque la reputación es algo inofensivo, si la situación lo permite, ¿por qué molestarse en dejar una pista al historiador?

El emperador Yan estaba en coma debido a una enfermedad y no sabía lo que estaba pasando afuera. No fue hasta que hubo un trueno repentino en el cielo que se despertó repentinamente. Luchó por sentarse en la cama, se quedó sin aliento con un simple movimiento y gritó débilmente el nombre del príncipe: "Chenghao... "

El príncipe estaba preocupado por la situación exterior y no sabía qué estaba pasando con Xie Jingyuan y los demás, no había habido noticias estos días y estaba perdido en sus pensamientos. A excepción de algunas damas de palacio y eunucos, no había nadie más en el palacio. Al escuchar el grito del emperador Yan, poco a poco recuperó la conciencia, caminó hacia la cama y se arrodilló: "¿Cuáles son sus órdenes, padre?"

El emperador Yan continuó de forma intermitente: "Dentro del palacio... ¿por qué está tan oscuro dentro del palacio?"

El viejo eunuco inmediatamente ordenó a la gente que encendiera las lámparas, pero las nubes oscuras del exterior no pudieron ocultar el clima sombrío.

El príncipe estaba un poco incómodo, pero logró calmarse, bajó los ojos y dijo: "Padre, afuera hay truenos y lluvia, así que el cielo está gris".

El emperador Yan no habló, extendió la mano temblorosa, como si quisiera tocar el rostro del príncipe. Pero no tuvo fuerzas suficientes y volvió a caer, y este último no tenía intención de dar un paso adelante.