11. Flores para el minino

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Ya eran pasados de las cuatro de la tarde. Habían estado toda la mañana nadando contra corriente en el arroyo en el lado oeste de la montaña, cortando leña, trotando, escalando árboles e incluso pescando.

Era el tipo de entrenamiento exhaustivo. Este era justamente un taller extracurricular. La mayoría que entraba en él eran deportistas de alto rendimiento y ya sea que les gustara realizar estas actividades o quisieran solo mantenerse en forma porque sabían que era algo que a futuro les traería frutos.

El lado oeste de esta montaña era mucho más cálido que el lado este donde se encontraban las cabañas. Este lado apenas y tenía nieve.

Iban justo de regreso cuando pasaron por un campo tupido de flores.

Estos hombres poco sensibles se maravillaron por los colores que les rodeaban, uno que otro tomando fotografías del lugar o admirando el tapiz natural en colores rojo, naranja, amarillo, rosa, violeta y blanco.

De pronto, uno de los chicos más jóvenes del campamento se separó del grupo y empezó a observar las flores de cerca para después dar paso a cortar algunas de distintos colores.

Ya llevaba algunas 5 o 6 flores hermosas en mano cuando un grupo de compañeros comenzó a reírse de él. Sin embargo, fue Feng Xin quien lideró la mofa

—Vaya Chen Gao, sabía que eras sensible para los entrenamientos, pero no creí que tanto jajaja — así Feng Xin comenzó una burla masiva que se infectó entre los compañeros del grupo.

Chen Gao, sin importarle los comentarios siguió juntando flores, escogiendo las más hermosas. Pronto tuvo un ramillete entero de 20 flores.

Feng Xin entonces creyó que no había sido suficiente burla, así que prosiguió con su ofensa

—¿Para qué son? ¿Acaso vas a decorar tu cabaña? Jajajaja

—Para nada, son para dárselas a Mu Qing-gege — respondió el joven con un ligero sonrojo.

Entonces la risa de Feng Xin se paralizó de un momento a otro

—¿Qué dijiste? — Feng Xin se puso serio y todo el grupo de repente guardó silencio

—Son para Mu Qing-gege... ¿No lo viste hoy? Se ve tan lindo... y además su cocina es de lo mejor que he probado — reveló Chen Gao que ahora hacia círculos con el pie sobre el pasto.

Feng Xin de pronto sintió un tic dominar su ojo derecho, ira contenida en su garganta, quería sacudir a este imbécil precoz de primer año que se atrevió a poner los ojos sobre su... ¿ex amante?

—Oh es verdad, A-Qing es verdaderamente un genio culinario y además su belleza... No le envidia nada a ninguna chica — contestó alguien más del grupo

—¡Si! Y seguro no lo han visto entrenar, tiene una agilidad y destreza....

—No olvides su buen físico

-Oh, claro que no, no me importaría salir con él

—Con razón Pei Ming se lo llevó consigo. Una verdadera joya

—Sus ojos son las verdaderas joyas, tan claros...

—¡Hazte a un lado Chen Gao! ¡Seré yo quien lleve flores a Mu Qing-gege

QUÉDATE LEJOS... O A MI LADONơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ