𝘽𝘼𝙉𝘿𝙈𝘼𝙏𝙀 || Gwen Stacy x Fem! Oc

･ﾟ✧Capitulo 3･ﾟ✧

Y ahí estaba otra vez, Gwen almorzando sola, o al menos eso era antes de que su sentido arácnido se activase.

Dejó su comida en la mesa y se levantó apurada, salió del comedor a toda prisa. A medida que avanzaba por los pasillos se volvía más fuerte, llegando a marearla. Llegó a un pasillo poco transcurrido, en el que se encontraban un corro de varones, golpeando a alguien.

Se acercó un poco más, aún no era capaz de ver la persona que estaba siendo golpeada por aquel grupo de hombres.

Se paró a unos pocos metros de ellos y decidió intervenir sin su traje de Ghost-Spider.

- ¡Eh, vosotros! ¿Que mierda pensáis que estáis haciendo? -

Aquel conjunto de chicos no se esperaba que alguien los descubriera, se giraron exaltados, fijando su atención en la rubia. Se reveló la persona que estaba siendo golpeada, Gwen sintió una gran presión en el pecho al ver a Aeth tirada en el suelo con visibles moretones, tosiendo sangre.

Los ojos de la castaña se abrieron con una mezcla de sorpresa y miedo. Definitivamente no se esperaba que alguien interviniera, y mucho menos a Gwen.

La ojiazul sintió cómo le temblaba el pulso y le hervía la sangre. Estaba segura al 100% de que Aeth no había hecho nada malo y que no se merecía que alguien se comporte así con ella.

También le invadió la duda, pero los cabos empezaron a conectarse, ésta no era la primera vez. Esto explicaba el por qué de su apariencia del otro día, y la explicación por la cuál no se la veía por el comedor.

- Iros de aquí. Ahora mismo. - Ordenó, apretando los puños.

- Y sí no qué, ¿Eh? - Se burló uno de los cuatro que se encontraban ahí.- ¿No te quieres unir a tú amiguita la marimacha?-

- Apuesto a que sí, se nota a kilómetros que es cómo ella - Respaldó el otro.

La rubia no se encontraba con ánimos para andarse con esas tonterías, se acercó al que habló primero le pegó un puñetazo en la cara con toda su fuerza, cayó al suelo de rodillas mientras se tapaba la nariz; uno de sus amigos se acercó con la intención de defenderlo golpeando a Gwen, pero frenó en seco cuándo vió la nariz destrozada de su amigo.

-Aww ¿No te quieres unir a tu amiguito? - Se burló la rubia.

El tipo solo gruñó oara después ayudar a su amigo a levantarse, huyendo con su grupo. - Ésto no se quedará así, machorra de mierda. - Masculló uno de ellos mientras se marchaba.

Ahora la atención de la más alta era el bienestar de Aeth. Se arrodilló enfrente de ella y levantó su cabeza lentamente por el mentón.

La observó detenidamente, estaba despeinada, tenía sangre en la boca, el labio partido, además de varios moretones visibles en sus brazos debido a que llevaba una camiseta de manga corta. Además de eso, estaba temblando cómo un tempano.

- Aeth, tranquila, te voy a llevar a la enfermería ¿Bien? - Sentía su corazón destruido por ver aquella imagen de la castaña. - Vas a estar bien, lo prometo. -

Aeth por su parte era apenas incapaz de articular palabra por la mezcla del dolor físico y los nervios.

Gwen la ayudó a levantarse del suelo y la sujetó por la cintura para llevarla a la enfermería.

Tuvo suerte de que la enfermera no se encontraba ahí en ese momento, seguramente estaba almorzando.

Sentó a la ojiverde en la camilla y comenzó a sacar nerviosamente todo lo que necesitaría para curarla, esos imbéciles le habían pegado una paliza.