𝘽𝘼𝙉𝘿𝙈𝘼𝙏𝙀 || Gwen Stacy x Fem! Oc

･ﾟ✧Capitulo 6･ﾟ✧

Gwen se levantó sobresaltada de su cama, eran las 5:45 de la tarde. Al fin había podido echar una pequeña siesta.

Espera.

Volvió a revisar la hora de su móvil, soltó un gruñido al darse cuenta de que llegaba tarde al ensayo de su banda. Se puso en pie de un salto, sufriendo un pequeño mareo. Se cambió de ropa rápidamente, recogió sus cosas y salió corriendo de su apartamento.

Y ahí estaba, bajando la calle a toda prisa.

Los últimos días había mejorado un poco, al menos su padre había vuelto a casa recuperado, pero no habían intercambiado apenas palabra, desde que la intentó arrestar la rubia se sintió incómoda junto a él. Aparte de eso, no se había relacionado con nadie, ni Aeth ni el resto de sus compañeras de banda.

Abrió la puerta de aquel salón de ensayo bruscamente, casi pierde el equilibrio al entrar.

- Hola Gwen, te estábamos esperando.- Mary Jane fue la primera en hablar. - Llegaste bastante tarde ¿Ocurrió algo?- Añadió.

Gwen trató de regular su respiración mientras observaba a sus compañeras, todas sentadas en el escenario y mirándola, excepto Aeth, que había girado su cabeza al lado contrario.

La ojiazul no pudo evitar volver a sentirse mal recordando lo que le dijo días atrás, le encantaría ir a disculparse y decirle que no lo decía enserio, que estaba muy arrepentida, pero era mejor así.

No quería que le pase nada malo.

Carraspeó su garganta. - Tuve un contratiempo, lo siento mucho. - Se disculpó mirando a Mary Jane.

Subió al escenario y el ensayo fue llevado con normalidad.

Bueno, en cierto punto Gwen decidió dejarse llevar y descargar su estrés contra su batería. Ignorando a sus compañeras e impidiendo que sigan tocando con normalidad debido a lo fuerte que estaba golpeando los tambores y platillos.

- Gwen... - La llamó Glory.

No hubo respuesta, ella seguía sumida en sus pensamientos, cada vez tocaba de forma más agresiva.

- ¡Gwen! - Esta vez fue Betty la que la llamó, agarrando un platillo y acallando su sonido.

La recién nombrada levantó su cabeza de golpe, chocando con la realidad. - ¿Ya terminó la canción verdad? -

Recibió una mirada molesta de Glory y Mary Jane, Aeth se mantuvo ajena al asunto.

- Gwen... ¿Estás bien? -

- Perfectamente ¿Por qué lo dices? - respondió, con un tono que dejaba en claro que estaba a la defensiva.

- No suenas como alguien que está perfectamente. - Contraatacó Glory.

- Lo estoy. - Pronunció lentamente cada palabra, entre dientes. Provocando que la morena frunza el ceño.

- ¿Ah sí? Pue- -

- ¡Ya basta! -

La pequeña discusión fue cortada de raíz por MJ, dejándolas con la boca cerrada durante unos segundos.

- Ya tuve suficiente. - La arácnida simplemente caminó rápidamente hacía la salida, con la impotencia recorriendo sus venas.

- Gwen, esper- -

Un portazo se hizo presente. Bett suspiró pesadamente girando su mirada a otro sitio.

- Aeth... ¿Podrías ir a hablar con ella? - Preguntó la pelirroja, mirando a la castaña con ojos suplicantes. - Yo creo que a tí te hará caso... -

Aeth despegó su mirada del suelo, encontrándose con los de Mary Jane. - Uhm, no creo que sea buena idea, yo... - No terminó la frase, insegura de lo que decir a continuación.

- ¡Porfaaa! - Suplicó, alargando la "a" y juntando sus palmas a modo de suplica. Aeth no se pudo negar, no quería ser borde.

- Está bien... -

El resto sonrió en respuesta, Aeth dió un pequeño salto para bajar del escenario y seguir los pasos de Gwen.

Lo cierto es que desde haber escuchado sus palabras en el comedor no quiso acercarse a ella, no quería ser considerada una "molestia", y mucho menos para la rubia.

Abrió la puerta trasera del salón y se asomó encontrándose a la baterista recargada contra la pared, con la cabeza levantada y los ojos cerrados. Respiraba aceleradamente.

- Gwen, yo... -

Con solo escuchar su voz dió un pequeño salto hacía atrás, no se esperaba su presencia.

- ¿Qué haces aquí? -

- Vine a asegurarme de que estás bien.-

- Pues ya me viste, puedes irte. -

- Gwen por favor, a mí no me engañas, sé que te pasa algo. -

Gwen se dió la vuelta, dando la espalda a Aeth, agachó su cabeza y pateó ligeramente una piedra que tenía al lado.

Aún así Aeth dió un paso adelante, más cerca de ella. Decidió que iba intentar volver a recuperar el contacto con ella, no la quería dejar sola por muy mal que lo estuviera pasando.

- Quiero decirte que me puedes contar lo que sea, no te voy a juzgar, e incluso si quieres no diré nada y sólo te escucharé. -

Un nudo se formó en la garganta de la más alta, ésto era demasiado para ella, ésto ni siquiera debía de estar pasando, no tenía que distraerse.

- Si no quieres me iré y dejaré de molestarte. - Añadió al ver que no obtenía ninguna respuesta.

- No molestas. - Susurró con la voz ligeramente quebrada, pero lo suficientemente alto cómo para que Aeth pudiera escucharla.

- ¿No? No dijiste lo mismo el otro dí- -

- No lo dije en serio, de verdad.-

Ahora Gwen se dió la vuelta, enfrentando a su contraria, se notaba que estaba conteniendo las lágrimas por sus ojos levemente rojizos.

- Oh... Ehm... - Se tomó un tiempo para examinar a la chica que tenía enfrente, de verdad se veía mal.

Antes de que pudiera decir algo más, Aeth fue rodeada por los brazos de la rubia, juntando su cuerpo al suyo.

Cuándo sus segundos dedicados a comprender lo que estaba pasando terminaron, correspondió su abrazo.

Se quedaron así por unos minutos, hasta que la ojiverde escuchó cómo unos sollozos trataban de ser ahogados por la ojiazul.

- Puedes llorar tranquila... - Acarició su espalda con gentileza. - No pasa nada.-

Gwen inclinó su cuerpo para apoyar su cabeza en el hombro de Aeth, y así esconder su cabeza en el cuello de la más baja. Un escalofrío recorrió el cuerpo de la bajista al sentir la respiración de su contraria contra su cuello, pero no se opuso. Sintió la humedad de las lágrimas de Gwen contra la parte de su piel desnuda.

- Perdón... - Susurraba la rubia de vez en cuando mientras la castaña la callaba diciendo que no había nada de malo en lo que estaba haciendo.