Capítulo I: Es mi realidad

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El sonido de la puerta siendo azotada fue lo que aquel delta necesitaba para despertar, sabía que a quien buscaban no era a él, pero no permitiría que aquel estridente ruido terminará por despertar a sus cachorros

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El sonido de la puerta siendo azotada fue lo que aquel delta necesitaba para despertar, sabía que a quien buscaban no era a él, pero no permitiría que aquel estridente ruido terminará por despertar a sus cachorros. Tallando uno de sus ojos se sentó en la cama, consiguiendo que la delgada sábana que lo cubría cayera en su regazo; se encontraba tan cansado porque su cachorro menor había enfermado y ahora debía lidiar con su maternidad hasta en la madrugada.

Se colocó de pie con un quejido y se aproximó a la puerta para poder correr la ventanilla que había en ella, así los estúpidos guardias podrían notar que ya despertó y no habría necesidad de casi tumbar la puerta a golpes, como acostumbraban a hacerlo.

Christopher se observó al espejo de tocador que tenía a un lado, juzgo su aspecto como acostumbraba, los golpes en su rostro de a poco estaban desapareciendo, lo que significaría que sería puesto a la venta dentro de poco tiempo y de solo pensarlo un escalofrío recorría su cuerpo. Tomó de la superficie su cepillo dental para después dirigirse al baño compartido que tenía dentro de aquellas cuatro paredes, al entrar comenzó con su aseo, lavando su rostro sin ningún tipo de cuidado con sus heridas, cepillo sus dientes y peino su cabello, trato de ser rápido por si a su compañera de baño se le ocurría entrar. No deseaba estorbar en la rutina de Sana, la pobre mujer tenía tres cachorros y estaba recién aliviada, así que trataba de ser lo más servicial posible con ella.

Al salir pudo notar como su cachorro mayor lo observaba sentado en la cama, una débil sonrisa se plasmó en su rostro al verlo ahí, esperándolo en silencio como él le había enseñado que debía hacerlo.

En cuanto se acercó lo tomó en brazos, apretando con cuidado la nariz del más joven —Buenos días, bebé mayor, ¿cómo amaneció mi criaturita? —Balbuceo hacía el bebé, quien sonrió en su dirección

—¡Bien, mami! —Exclamó el niño, siendo bajado por Chan para qué caminará por sí solo

—Me alegro Binnie, ven vamos a cepillar esos dientes antes de que Minnie se levante —Pidió el delta, siendo seguido en un instante por su bebé, el cual con su ayuda se aseó y cuando ambos estaban terminando, la puerta del otro lado fue abierta, dejando ver a una exhausta Sana.

—¡Oh! Lo siento Christopher

—No te preocupes, pasa, nosotros ya estábamos por salir

—¡Yep! —Exclamó el pequeño bebé, quien en cuanto fue depositado en el suelo salió del pequeño cuarto de baño, dejando solos a ambos jóvenes

—¿Cómo siguió Seungmin? Ayer lo escuché llorar cuando me levante a alimentar a Tzuyu

—Ya no tiene fiebre, pero se siente enfermo porque está saliéndole un diente, me di cuenta de eso por la madrugada

La chica asintió, ingresando por completo al cuarto de baño para empezar su aseo —Es normal, tiene un año, ¿no?

—Sí, por eso no me he preocupado, pero tema que por su llanto la matriarca venga a reprenderme, porque cuando Changbin estaba pasando por lo mismo si lo hizo

Limbo || minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora