Capítulo II: ¡Yo lo quiero!

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Las oficinas "oficiales" de la empresa estaban bastante cerca del centro, los líderes de ese despiadado lugar estaban a la vuelta de la esquina, siempre vigilantes de que las cosas salieran de acuerdo a los planes

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Las oficinas "oficiales" de la empresa estaban bastante cerca del centro, los líderes de ese despiadado lugar estaban a la vuelta de la esquina, siempre vigilantes de que las cosas salieran de acuerdo a los planes. Yoona siempre cargaba en su cinturilla un radio, con el cual podría notificar a matriarca y patriarca en cualquier momento, siendo esto, su mejor herramienta a la hora de amenazar a cualquier delta que quisiera pasarse de listo.

Esta información, Christopher la conocía a la perfección, sus años en el centro le habían dado el privilegio de conocer algunas de las estrategias de control que efectuaban dentro de esas paredes; ocupaba siempre esta ventaja en beneficio de sus amigas, para que ninguno de los tres tuvieran que pasar por malos momentos. 

Mientras estaban en la cafetería, observaba a lo lejos como la beta amenazaba a algún delta, debido a venga dios a saber que motivo, pero su radio podía notarse destacar en su mano. Christopher dio un rápido vistazo a la escena, apretando entre sus brazos a sus crías. Los hijos de Sana estaban a un lado suyo, Ryujin jugaba con Changbin mientras recibían los bocados de comida que sus madres les entregaban, Seungmin descansaba en su rebozo en el pecho de Christopher, mientras que Lia cargaba a Taehyun en sus piernas, ya que la pobre Sana estaba amamantando a su pequeña Tzuyu.

Pronto los adultos pudieron escuchar un fuerte golpe, dando a entender que aquel pobre delta había sido castigado; eso le recordó a Christopher que tenía que buscar a Soobin para cuestionarle que tal se encontraba. Los pasos de Yoona se pudieron escuchar hasta posicionarse en el centro del comedor, llamando así la atención de todos, en su mano sostenía su radio y en la otra, una lista.

—Escuchen, malnacidos —Les llamó, ondeando la lista —He recibido la orden de patriarca para anunciarle la lista oficial de participantes en la futura convención, así que 15 de ustedes se irán fuera de aquí en tres días, el resto, agradezcan a la madre luna no haber pasado los filtros necesarios

—Ay mierda... —Gruñó Christopher en voz baja, dándoles un rápido vistazo a los menores

—Los participantes serán: Chae Hyungwon, Choi Soobin, Choi Jisoo, Choi Yuna, Hwang Eunbi, Jung Yerin, Kim Minju, Kim Yewon, Park Jinyoung, Park Sooyoug, Song Mingi, Yoo Jimin, Yoo Kihyun, Christopher Bang y Sakura Miyawaki —Yoona le entregó la lista a un guardia al lado suyo —Tienen tres días para armar equipaje, darse un buen baño y encargar las crías que tengan, se irán tres días de igual forma, sin peros ni caras largas que saben cómo les puede ir

La mujer se alejó a pasos firmes del comedor, dejando atrás a todos los deltas en silencio, los treinta cuerpos presentes pasaron por diversas sensaciones, algunos alivio, otro miedo y en el caso de Christopher, pavor.

Si Lia debía ir también, ¿con quién podría dejar a sus bebés? Sana no era una opción, la chica ya tenía a su cuidado tres cachorros, sabía que con cinco de ellos, sería demasiado para ella. El chico pasó sus manos por su rostro, sintiendo a su lobo agitado por la situación, no confiaba en nadie más como para ser capaz de encargar a sus niños.

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