2.-Tepectli Monamictlan

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Nivel 2
El lugar donde los cerros se juntan

Jungkook y el viejo hombre se encontraban caminando por un sitio bastante desolador, después de haber salido del río ambos siguieron hacia adelante, pero lo único que les reinaba por allí era un enorme camino de hierba verde. No había un sol, por lo que la existencia de la noche y el día era nula.  Solo estaban ellos en ese lugar.

—Y bien ¿Tú vida fue grata?— Jungkook volteo a mirarle confuso, notando que después de tanto tiempo por fin había dirigido un intento de conversación

Cuando las palabras cobraron conciencia dentro de él, entendió la pregunta y una risa fue inevitable. —Una grata vida— repitió para si mismo, estando más intrigado por eso.

¿En algún momento su estadia en el mundo fue grato?

Quería maldecir a todos esos Dioses que decían darles lecciones para ser alguien digno, toda era completa mierda, mierda tan absurda que solo le hacía querer acabar con la existencia de todo. Y aunque la situación se miraba de esa forma desde su perspectiva, tenía que aceptar que había una sola cosa que le hizo anhelar al mundo y la vida.

Kim Taehyung.

—En lo absoluto, mi existencia solo sirvió para juego de los Dioses — las expresiones en las que ahora su rostro mostraba en desagrado a la pregunta, le hacia entender al anciano que el chico había tenido que pasar por tanto para estar ahí.

—Todos pasamos un infierno, pero—

—Pero nadie debería resignarse a ese final—

Ambos quedaron en silencio, la situación de un instante a otro se había tornado incómoda, Jungkook se encontraba resentido por lo que ahora pasaba, deseaba tener que dormir en un sueño en el cual no existiera la vida ni la muerte.

—Eres muy joven para entenderlo—

Jungkook se detuvo en seco y volteo a mirarlo con la expresión más neutra posible —¿Jóven?— su mano se pasó sobre su rostro exhalando el aire que había contenido —Jóven, jóven, jóven— sus palabras eran cada vez más fuertes que se hizo mirar exaltado —Todos ustedes son iguales, vivos o muertos se creen saber todo a la perfección—

—No estoy diciendo eso—...

—¡Siempre es lo mismo! ¡Se creen superiores a nosotros, cuando también cometen errores como cualquier ser! ¡Esto es una mierda, vivir es una mierda, estar muerto es una mierda! ¡Aahg!— un grito fue dado en lo más alto haciendo eco por todo el lugar. Sus piernas no resistieron mantenerse paradas, haciéndolo caer sobre el pasto.

Los segundos continuaron dando paso de entre lo que existía ahí, el silencio ensordecedor solo hizo que Kook comenzará a tener presión sobre él. Estaba agotado, pero no era una justificación para el trato que le daba al único que le estaba ayudando.

—Yo—...

—Tranquilo— se acercó un poco hasta él y palmeo su espalda —Nunca dije que tú vida no fuera así, no quise ofenderte con decir que eras joven para que lo entendieras. Soy un viejo hombre que ha quedado varado en este lugar al igual que tú, cuando envejeces te das cuenta que el dolor por el que pasas también te puede traer la mejor felicidad— dió algunos pasos y miro al horizonte —Cuando mi primera esposa murió, crei que moriria junto a ella, todo se había acabado en ese entonces. Ni mis propios hijos habían sido un consuelo total ya que aún en las noches le lloraba con desesperó— respiro ondo —Pensaba que el mundo en el que vivía se había detenido y no daría continuidad.—

—Entonces ¿por qué todavía creen en esos Dioses?—

El viejo hombre le sonrió —Si el dolor no hubiera estado de por medio, nunca hubiera notado a la hermosa persona que se habría paso dentro de mi vida, mi dulce Xóchitl. Ella fue quien me demostró que no todo era dolor y sufrimiento— el hombre comenzó a caminar, dejando a Jungkook atrás —No sabemos que nos espera más adelante, pero ya estamos muertos ¿no es acaso está una oportunidad que experimentar lo que nunca vivimos?—

El Mictlán: La Muerte De Los Dioses || TAEKOOK Where stories live. Discover now