El incidente inicial

52 55 0
                                    

"Se refieren a las técnicas o dones dados a los usuarios de forma natural o sobrenatural, la mayoría está normalmente ligada a una bendición, maldición o al límite mismo de la gracia del usuario."

Fragmento del libro del viejo sabio.


Algunos meses pasaron en un parpadeo:

Las trompetas estaban sonando, indicándoles que era hora de dormir, todos en sus camas descansaban, desgastados, con el ánimo al mínimo.

En algún momento de la noche Ditias despertó, levantándose, un parpadeo brilloso que venía de afuera de la ventana lo había inquietado, se acercó para observar lo que pasaba, aunque ya no tenían tiempo para reaccionar.

Una gran explosión de vapor y luz roja alumbró todo como si fuera el medio día, se lanzó al piso mientras gritaba para que todos se cubran los oídos.

Trarem gritó cayendo de su cama, el sonido y la luz habían cesado.

Una marca se dibujó en la ventana, pero de todas formas estalló lanzando trozos de cristal dentro de la habitación.

Unas trompetas se escucharon de fondo.

Saliendo de la habitación encontraron un alboroto, alumnos cargaban a otros, algunos corrían en la dirección contraria, llenos de confusión.

Las filas lograron ordenarse a los minutos en el patio, esperando el aviso o la orden que debían de recibir.

Josem ordenó a todos quedarse, hasta que él o alguien de igual rango regrese.

–Si alguno llega a moverse puedes incapacitarlo –le indicó a Satros– temporalmente.

Después de asegurarse de que sus estudiantes estaban recibiendo atención, corrió acompañado de dos subordinados suyos hacia la zona de donde había venido la luz, encontrando estructuras dañadas y personas heridas a su paso. Siguió avanzando.

A lo lejos veía que algo faltaba, al acercarse pudo comprobarlo, en donde estaban los pabellones de segundo año solo se encontraron carbón y ceniza.

La zona había sido completamente destruida.

–¡Quédense acá, que nadie pase! –les ordenó avanzando solo.

Los pabellones y sus ocupantes eran ceniza ardiente.

Delante de él se veía un gran sello circular que se extendía por decenas de metros, parpadeando de color rojo incandescente por momentos.

El sello empezaba a deformarse delante de él.

–¡Corran! –ordenó con toda la fuerza de su voz, mientras cruzaba los puños delante suyo. Una gran marea lo empujó con potencia lastimándolo, llevándolo hacia donde se encontraban sus subordinados, cayendo todos a un lado, mientras las olas de agua se deshacían con la misma velocidad con las que se formaron...

En el lugar del general:

–El patrón de sellado del campamento se contrajo, conteniendo el poder de la explosión, caso contrario las víctimas hubieran sido aún mayores –informó Josem delante de su general– luego de ello siguió creciendo, dilatándose, mientras se volvía cada vez más delgado, hay patrones y marcas que salieron del mismo punto en un orden irregular, hace unas cuantas horas dejó de crecer, pero la energía que encierra es nociva.

–¿Cuántos han muerto? –consultó el general, mientras los otros capitanes de los demás campamentos escuchaban.

–Entre los alumnos mismos y los oficiales, se estima que alrededor de mil seiscientas personas, o al menos es los que deberían de estar en ese momento en las instalaciones, pero estamos buscando también si faltan personas de otros lugares para constatar los datos –le respondió.

–Dos años desperdiciados, hemos perdido a demasiados –pronunció el general golpeando levemente la mesa– ¿qué sabemos hasta ahora de lo ocurrido?

–Creemos que se debió a uno de los alumnos, Jera hijo de Jerot, el cual tenía la facultad de usar tanto radiación y como magnetismo, creemos que la explosión se originó en su pabellón –indicó Josem.

El general volteó con rabia, mirando a Fwe, otro de sus capitanes.

–¿No tenías a tu aprendiz controlado? –interrogó el general.

–¡Sí, mi señor, pese a que su cuerpo experimentaba tumores y quemaduras de tiempo en tiempo, era tratado para sanidad diariamente, yo mismo coloqué la marca en su pecho que restringía el uso de su poder! –respondió nervioso al general– sé que no puede darme personal para ello, pero yo puedo entrar al sello sin problemas para investigar, si me da el tiempo suficiente podría absorber toda la energía del lugar.

–He mandado guardias a rodear el sello, de manera permanente –contestó el general mirando a Josem y Fwe– investiguen juntos, todo, esto no es buena señal, en especial con el listado que nos dieron ellos a principios del año... hay mucha más sangre de esas familias con nosotros, y todos ustedes entienden qué atrae eso.

–¿Qué hacemos con los puestos vacíos? –consultó Josem.

–Adelantaremos las pruebas de fin de año, los que fracasen terminarán los meses que quedan con normalidad, los que aprueben por su lado avanzarán para sustituir las faltas –impuso el hombre con potencia en su voz– solo me interesan los buenos, no me importa si llegan a irse la mayoría, seremos exigentes a partir de ahora.

La Simiente Santa - El pergamino de Sangre y Espíritu I #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora