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⍣ ೋCapítulo 011⋆.ೃ࿔*:・

Temari era consciente y participe del entusiasmo que sentían las chicas cada que iban de compras, pero al ver a Megumi, comprobó que la joven sentía el doble de ese sentimiento, como si fueran muy escasas las veces en que la albina iba de compras. También notó que la joven prefería usar ropa ceñida y corta que luego combinaría con medias largas o protectores, formando un conjunto favorecedor a su cuerpo.

En los cinco días que había pasado junto a la Yuki, logró tomarle algo de confianza y aprecio, haciendo más amena la convivencia que llevaban todo el día. Le había enseñado muchos lugares que quizás le podrían gustar, pese a que todo en su aldea fuera hecho de arena. Megumi le había comentado de su fascinación por las plantas así que la llevó al herbolario en donde la chica mencionó que pese a no tener mucha variación de plantas, se podían hacer medicinas básicas con aquellas, algo que ya sabía, pero que le sorprendió al darse cuenta de los conocimientos médicos que ella tenía.

Gaara cada noche le pedía un reporte de los acontecimientos del día junto a Megumi, después de todo, era una misión estar todo el día con la chica y tenía sospechas de que la joven ya sabía las intenciones del Kazekage pues era una muchacha muy lista y precavida. Aunque también tenía algunas sospechas de que su hermano tenía cierta curiosidad independiente de su labor como Kazekage por aquella jovencita, lo notaba en su expresión y en el tono de su voz al hablar de ella.

Ahora estaban en una joyería buscando un juego de colgantes compartidos. Megumi le había comentado de alguien quien apreciaba mucho y quería obsequiarle algo especial que pudieran compartir ambos. Le había llevado a una joyería en donde vendían accesorios de todo tipo y clasificación, incluso ninjas. La joven se movía de aquí para allá, buscando algo que le llamara la atención, pero lo único que llamaba la atención era ella.

- ¿Busca algo en específico, señorita? – Preguntó la dueña luego de varios minutos viendo como Megumi iba de un lado para otro en todo el local. Megumi suspiró y se acercó a ella.

- ¿Tiene algo que sea raro y único, pero que sirva de accesorio? – La dueña pareció meditarlo unos segundos, pero al final pareció venírsele algo a la mente. Temari mientras tanto estaba decidiéndose en si comprar unos pendientes o un broche para su cabello.

La señora buscó en un cofre que estaba dentro de uno más grande y de él sacó una cajita forrada en terciopelo negro y esta tenía un símbolo dorado justo en el centro. Megumi quedó encantada con solo la fachada de la cajita, sacándole una risita a Temari. –Dentro de esta caja hay una reliquia muy valiosa, única y hermosa. – Dijo la señora para luego hacerle una seña a Megumi para que se acercara más. Temari se llenó de curiosidad y también se acercó.

La señora abrió la caja y la boca de ambas chicas casi caen de la sorpresa. Se trataba de dos pequeñas esferas de cristal que estaban huecas, protegidas por diseños dorados supremamente delicados y majestuosos. Cada una estaba sujeta a un hilo dorado que parecía resplandecer y conectarse a aquellos detalles dorados que protegían el cristal. Los ojos de Megumi destellaron en fascinación y una enorme sonrisa se instaló en sus labios, mientras que Temari seguía en Shock al no saber que existía tal cosa en su aldea.

- Esta es una reliquia muy antigua que mi difunto esposo adquirió en uno de sus tantos viajes. – Dijo la dueña con nostalgia. – Se trata de las esferas bilocación. No funcionan por sí solas. Se deposita cierta cantidad de Chakra personal en la esfera de la persona a la que se la quieras obsequiar y en la otra, se deposita el Chakra de la otra persona y esa esfera te la quedas tú. – Explicó enseñando cada esfera. – Cuando uno de los dos esté teniendo emociones negativas como la tristeza, el miedo, dolor, desesperación etc. El otro lo va a sentir con la misma intensidad y automáticamente el cerebro recibirá la sensación de saber en dónde se encuentra y como llegar a ella. El hilo del que cuelga cada esfera es irrompible a menos de que la otra persona fallezca y este es el que sirve de transmisor hacia la persona que lo porta.

Megumi no lo pensó ni un segundo más. – Me lo llevo. – La señora asintió y preparó la caja para entregársela y así recibir la paga que por muy costosa que fue, Megumi no tuvo complicaciones al pagar.

- Una cosa más. – Dijo luego de entregarle el artículo a Megumi. – Cada que esto ocurra, la esfera con el Chakra de la persona que se vea en peligro, se iluminará y la esfera que porte aquella persona en peligro lanzará un Jutsu de protección a esa persona, solo si la situación por la que esté pasando es muy fuerte. – Megumi asintió, comprendiendo. Temari pareció sumirse más es su estado de perplejidad que se le olvidó por completo la decisión que antes estaba tomando. - ¿Tu qué deseas llevar jovencita?

Temari salió de su transe y aclaró su garganta para luego señalar los pendientes. – Esto, por favor. – Luego de que Temari pagara por sus pendientes, ambas chicas salieron del lugar, dirigiéndose ahora a caminar sin un lugar fijo. – Debe de ser alguien muy importante y especial para ti. – Comentó Temari luego de ver la sonrisa de emoción en Megumi.

- Es la única persona en quien confío a ojos cerrados y la primera en disipar el frio de la monotonía que había en mi corazón. – Temari notó la calidez que invadió su mirada y el fervoroso tono de voz con el que hablaba. Luego soltó una risilla de la nada como si recordara algo gracioso o incluso de incredulidad. – Nuestras naturalezas se repelen pero al mismo tiempo se favorecen. – Temari sonrió levemente y siguió caminando a la par de ella.

Luego de varios minutos recorriendo y viendo lugares al azar, se detuvieron al encontrarse con Gaara y Kankuro, quienes al parecer acababan de tener una conversación con unos ninjas de la aldea. Los chicos notaron a las jovencitas y Kankuro fue el primero en acercase, siendo seguido por Gaara quien pareció meditarlo por unos instantes. Megumi sonrió levemente y Temari simplemente viró los ojos al ver a Kankuro acercarse con suprema despreocupación.

- Kazekage-sama. – Saludó Megumi con una pequeña sonrisa en cuanto Gaara estuvo frente a ella. Gaara asintió levemente a modo de saludo y luego la albina vio al acompañante de Gaara sin saber cómo llamarlo.

Kankuro sonrió en grande y extendió su mano. – Kankuro, señorita Megumi. – Megumi sonrió levemente sorprendida. – Mi hermana nos ha hablado mucho de usted.

- Oh, no sabía que Temari tenía hermanos. – Temari asintió con firmeza y luego señaló a Kankuro y a Gaara.

- Los tres somos hermanos, olvidé mencionarlo. – Mencionó la rubia. Megumi pareció un poco más sorprendida, pero al final simplemente sonrió con sutileza.

Gaara permaneció en silencio observando a Megumi quien luego fue interceptada por un confianzudo Kankuro. - ¿Cómo ha sido su estadía en Sunagakure? – Megumi sonrió en grande y su rostro se iluminó.

- La he pasado increíble gracias a Temari. – La rubia sonrió satisfecha por las declaraciones. – Gracias a usted también, Kazekage-sama por permitirme hospedar unos días acá.

Gaara fue codeado por Kankuro quien luego recibió una fría mirada y finalmente sonrió levemente a Megumi. – Nada de formalidades, puedes llamarme Gaara.

- ¿Qué les parece si vamos a comer? – La propuesta de Kankuro le sacó una enorme sonrisa a Megumi quien no se negó. – Bien, vamos.

Temari sonrió levemente. – Solo si tú invitas. – Kankuro negó rápidamente y codeó a Gaara.

- Que invite el Kazekage.

Los cuatro se dirigieron al restaurante que Temari había llevado a Megumi la primera vez. Cada uno pidió lo que iba a comer y conversaron de muchas cosas triviales. Kankuro hacía reír a Megumi con algunas anécdotas burlescas que tenían que ver con Temari y Gaara, haciendo enfadar la rubia, pues Gaara parecía estar acostumbrado a esa situación. Megumi también dijo algunas cosas de ella que no la expusieran y también contó algunas anécdotas. La pasó muy bien junto a los hermanos de Suna y solo esperaba vivir más momentos como esos. 

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Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora