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El alfa que se había ido no era para nada igual al que tenía delante. El Forever de ahora había perdido peso, quizás no tanto como para alarmarse o perder masa muscular, pero si preocupante para alguien que valoraba su figura. Su cabello largo había perdido forma y estaba reseco, había sombra de una barba en su rostro. Pero ojalá eso fuera lo peor, era el rostro sin vida de este.

Tenía enormes ojeras bajo sus ojos que de por si apenas tenían brillo. Era como si nada de lo que estuviera a su alrededor lo estimulara.

-Forever- Cellbit lo llamó.

Roier llegó un poco después y se puso a su lado poniendo una mano sobre el brazo del alfa. Entendía por lo que estaba sufriendo.
A él le tomó casi dos días levantarse y fue gracias a Cellbit que le dio un empujón para recomponerse.

-Llévame al bar más cercano, llévame a tu casa, a la mía. No importa pero que haya alcohol, mucho alcohol. Necesito tomar y así olvidar todo o juro que me volveré loco- sonaba tan cansado que daba lástima.

Roier apretó sus labios y miró a su alfa asintiéndole con la cabeza este. El alfa agarró la maleta de su amigo y con la otra lo ayudo a guiarlo fuera del aeropuerto. No era que Forever necesitara ayuda para caminar pero sentía que si no lo ayudaba se desmoronaría en cualquier momento.

-Cellbit llévalo a su casa y quédate con él- Roier le besó la mejilla- Yo tomaré un taxi-

-¿Estás seguro?- él lo miró dudando.

Roier asintió.

-Forever necesita estar en un lugar donde se sienta seguro y con alguien que pueda escucharlo y consolarlo- le dio una última ojeada a Forever y tuvo que tragar en seco- No le des alcohol. Eso sólo ahogará sus penas por un tiempo y sólo se hará más daño-

Cellbit le besó la frente y ayudó a Forever a subirse en el auto mientras él lo hacía en el asiento del conductor. Roier esperó a que el auto desapareciera de su vista cuando se pasó la mano por el cabello y sus ojos se humedecieron, pero no dejó que las lágrimas alcanzaran a derramarse.
La noticia de la muerte de BBH había sido un shock muy grande. El omega nunca se imaginaría cuán importante era en la vida de ellos.

Suspiró y alzó la mano para parar un taxi.
Debía ira la casa y preparar algo de cenar para después llevárselo a Forever. Se notaba que llevaba tiempo saltándose las comidas. Lo que no se esperó era encontrar a dos personas delante de la puerta del apartamento.

-¿Hola?- preguntó deteniéndose detrás de ellas. Pero al momento supo quiénes eran. No había duda, los rasgos físicos de Cellbit estaban divididos entre aquellas dos personas, pero estaba sorprendido por el pequeño detalle que su pareja olvidó contarle. -¿Ustedes son...?- no pudo terminar la frase pues fue interrumpido.

-Los padres de Cellbit- los ojos de la mujer se entrecerraron examinando minuciosamente a Roier - ¿Dónde está él?-

Roier sonrió ligeramente. Al escuchar la palabra "padres" sabía que debían ser personas un poco conservadoras, lo que era curioso vienendo de ese tipo de parejas, porque si una pareja de alfa y omega hombres era poco común, las parejas alfa y omega mujeres lo eran el doble. Vaya día estaban teniendo ambos y nadie ponía de su parte.

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Cellbit aparcó el auto y dejó caer la cabeza sobre el volante. Tener a Forever en ese estado no era algo a lo que uno se acostumbraba.
Había vuelto a la casa para buscar un poco de ropa para él y comida para quedarse esa noche en su casa. No quería dejarlo mucho tiempo solo, tenía miedo de que hiciera una locura.
Forever estaba muy inestable emocionalmente.

Bajó del auto y subió por el elevador.
Acercándose a la puerta de su apartamento se detuvo y aspiró. Sus ojos se abrieron y rápidamente abrió la puerta encontrándose con sus padres, mejor dicho madres, pero era un tema que aún no le contaba a Roier, estaban sentadas en el gran sofá y frente a ellos la persona a la que le debería una gran explicación después. Roier estaba tan tranquilo que no supo si asustarse o calmarse.

No Soy Tuyo, Gatinho || Guapoduo || (Omegaverse) حيث تعيش القصص. اكتشف الآن