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Le mando la foto a Gabry y me la pongo de fondo de bloqueo después de pedir su permiso.
Después respondo el texto de mi padre avisándome de que ya debería ir a casa para cenar.

Me levanto del sofá aún con Mikaela en brazos y la dejo a un lado del sofá.

— ¿Te vas ya, Aia?

— Sí cielo, tengo que ir a recoger mi vestido, devolverle la pinza a Cara y luego ir a cenar con mi padre.

— ¿Mañana vendrás a la playa otra vez?— Me sorprendo al ver que es Nicolas quien pregunta esta vez.

— Creo que iré a visitar alguna ciudad o algo, así que llegaré tarde.

— ¿Entonces vendrás por la noche?

— Depende.

Gabry y Mikaela nos miraban ambos sentados en el sofá como si fuera un partido de tenis.

— ¿De qué?

— De si estarás aquí o no.

Pero bueno Maia, ¿y ese atrevimiento?

— Te esperaré toda la noche si es necesario.

— Perfecto

Perfetto.

— Τέλειος.

Le doy un último abrazo a Mikaela y antes de salir Gabry me avisa de que me enviará su ubicación y que le avise cuando vaya para hablar sobre el trabajo.

Salgo de la cabaña y suelto todo el aire contenido desde que vi a Nicolas sonreír.

. . .

Abro la puerta de casa y encuentro a mi padre cocinando con Athea con música rellenando el silencio.

Subo silenciosamente a mi cuarto para no romper el bonito ambiente que ellos crearon y pongo mi móvil a cargar mientras me doy un baño largo.

Cuando termino de bañarme me coloco mi pijama y bajo al comedor cuando mi padre me llama para cenar.

Mi padre comenzó a poner la mesa mientras Athea repartía porciones de lasaña en un plato y ensalada en otro a su lado.

Dios que buena pinta.

Me siento en la mesa y comienzo a resumir mi día mientras comemos.
Mi padre me pide explicaciones sobre todas las personas que he conocido, especialmente los chicos, y Athea me pregunta por las heridas de los brazos.

Le comento a mi padre lo del torneo y lo del trabajo de niñera y él me da su permiso mientras tenga cuidado con eso.

Al terminar de cenar me cuentan sobre su día y qué cosas y lugares vieron y visitaron. Me comentan que mañana irán a Roma y que podría ir con ellos así que acepto y me levanto a ayudar a recoger la mesa.

Subiendo las escaleras veo demasiadas llamadas de Leda perdidas y unos cuantos mensajes insultándome en griego.

Marco su número y responde gritando al primer tono gritando barbaridades.

Mira que me estaba empezando a acostumbrar al inglés.

— Eda relax, te cuento todo lo que ha pasado hoy pero deja de insultarme cada dos segundos. Y deja de llamarme cabeza de patata, no tiene sentido.

¡Es que te lo mereces!, ¡y sí que tiene sentido porque no tienes nada en la cabeza, apenas te acuerdas de mi existencia!

— Tranquila, mira te explico todo, y con detalle si es necesario.

Un Verano Junto A Ti.Where stories live. Discover now