XV

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Nicolas va corriendo al coche para adelantarse y una vez llega ahí me abre la puerta de copiloto con una sonrisa.

Extiende la mano para que la tome y me da un beso en el torso de ésta,— signorina, per favore vada avanti.

— Oh, grazie mille.

— Un piacere, bella donna.

— ¿A dónde vamos?

Rodea la parte delantera del coche y se sube detrás del volante y se coloca su cinturón después de asegurarse de que yo lo tengo puesto,— vamos primero a por las llaves, dejo el coche en la tienda y vamos a dar un paseo y a por el helado.

Agarro mi teléfono y reviso los mensajes que me avisan del torneo de la semana que viene pero me distraigo con Nicolas asomándose para ver mi pantalla,— ¡epa! Ojos a la carretera, irresponsable.

— ¿A quién escribes? Puedes hacerlo desde nuestro móvil.

Le agarro la barbilla al ver que se vuelve a girar hacia mi y la sostengo para que mire hacia delante,— es sobre el torneo. No te distraigas.

— Ah vale, miraré las fechas para ir a verte. No te preocupes, estrellita, si ya hemos llegado.

— Y entonces, ¿por qué estás dando vueltas?

Vuelve a intentar girar su cabeza para sonreirme pero la sostengo más fuerte,— céntrate, Ruggiero.

— Porque si aparco ya vas a soltarme.

Aparto la mano y suspiro recogiendo nuestras cosas,— eres increíble, Nicolas.

— Lo sé. Me lo suelen decir bastante.— Vuelve a girar la cabeza hacia mi lado pero esta vez niego con la cabeza y él suspiró rendido aparcando a un lado de la calle.

Al bajar del coche le sigo hacia una pastelería enorme de colores y con su apellido en lo más alto del local. Seguimos caminando a la par, pero me detengo al notar que Nicolas ha ralentizado sus pasos.
— ¿Pasa algo, Nicolín?

Dirijo mi mirada a donde se ha quedado la suya parada y veo a la misma chica del otro día parada al final de la calle mirándonos muy fijamente.

Vuelvo mi mirada a Nicolas y veo cómo una pequeña sonrisa se hace presente en su rostro,— ahora vengo estrellita. Cómprate algo a mi nombre y espérame para hablar con mi madre.

Me da un beso rápido en lo alto de mi cabeza y sale corriendo hacia Lila.

Trato de moverme pero me quedo bloqueada en el sitio mientras veo cómo Nicolas le pide su mano para dejar un beso sobre ella antes de sonreír y perderse junto a ella bajando la calle.

No puedo evitar sentir un cosquilleo desagradable al ver esa escena, pero trato de olvidarlo y me muevo hacia la pastelería.

Es solo una amiga suya. Sólo eso.

Pero, ¿y si no lo es? ¿Y si es algo más y me estoy metiendo en una relación ajena?

Che felicità! È la fidanzata di mio nipote!

Levanto la mirada en cuanto entro por la puerta al escuchar el grito de Marilú,— Ciao, bella!

— Ay, mi niña no me digas eso que me sonrojo.

Olvido lo que pasó anteriormente en la calle y voy hacia ella para darle un beso en la mejilla.
— Siéntate conmigo, ahora te van a traer los mejores pasteles de la tienda. Sabrina, porta il meglio di questo posto alla ragazza del mio Nicolas!

Un Verano Junto A Ti.Kde žijí příběhy. Začni objevovat