Capitulo 17

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Tord se quedó tieso.

Se quedó a la deriva de las palabras que su mejor amigo, Edd, mencionaba, después de tanto tiempo no pensaba escuchar a el castaño chocolate hablar sobre algún familiar suyo.

En este caso sobre su hermano menor.

—¿Entendieron?, No quiero una sola palabra y no hablen mucho con el. —Edward permanecia en el portón de la puerta de la casa, con un abrigo negro mientras llevaba en una de sus manos las llaves del auto.
—¿De acuerdo...? —Matt alzó una ceja, junto a Tom.

Pues claro que esos dos no conocían nada, Edd no era de hablar de su familia bastante, máximo lo hizo con Tord pero fue graciosamente un accidente, puesto que Edd se hallaba estresado y no tenía con quién hablar más que con el cuernudo.

Un par de tiros se sintieron en su brazo derecho, girando la mirada tranquilamente y encontrándose con los ojos oscuros del británico.

—¿Que? —Tord alzó una de sus cejas ante la expresión preocupada del británico.
—¿Quien es Adam? —Le murmuro, rezando por qué al rubio fresa quien se mantuvo aún en la casa lo escuchará.

Tord lo pensó como dos veces antes de pensar si debía contarle toda la historia a Tom, pues esto ya era algo privado en la vida personal de Edd...

Bueno, un poquito de chisme no estaría mal, ¿No?, que Edd lo perdone de esto.

—Espera, primero. —Miro a los lados, buscando que Matt no los escuché, poco después tiro de la capucha del británico de sudadera azul, guiandolo a otra parte de la casa para que hablarán en soledad.

Tom solo se dejó, aunque con una expresión extrañada, ¿Era algo que debía preocuparse?

Pero no evitaba sentirse algo celoso... Y no es de esperar.

Tom siempre fue celoso.

—No te preocupes Tom, Adam no es quien deberías temerle, ¿Sabes? —Tord ladeo la cabeza, mirando con tranquilidad al de azul.
—¿En serio?, pero después de todo, ¿Quien es, es un amigo o algo así? 
—Nop, no es un amigo. —El noruego nego con la cabeza.

Tom frunció el ceño.

—¿Entonces que es de Edd?

Tord mordió sus propios labios, suspiro antes de decirle la verdad.

Es su hermano menor.
—Oh. —Tom abrió sus cuencas y dejo que las comisuras de sus labios se pusieran en un leve arco hacia abajo.— Bueno, entonces ya me siento más tranquilo, fiuu...

Suspiro limpiando el sudor de su frente, aunque Tord lo vio algo gracioso.

Una sonrisa se veía en los labios del británico mientras Tord solo emitió una risa burlona, cubriendo sus labios propios claro.

Siempre... la misma curiosa acción.

—Mas vale que te ganes el cariño de su hermano, ¿Ah Tom? —Murmuro el castaño miel codeandole.— Después de todo es tu cuñado.

El de azul se sonrojo levemente, luego empujó al noruego avergonzado y con una cara de completa irritación.

—¡Shhh, no digas eso! —Proporciono el dedo índice en la comisura de sus labios.— Pero como sea, ¿Tu si que no tienes rivales, ah Tord?
—¿A qué te refieres?
—Es decir. —Pauso.— No he visto a alguien que se interese en Matt, así que...
—¿Bromeas?, ¡Eso es mejor aún para mí! —Por primera vez Tom lo vio algo ególatra, una risa fue a él quien se le escapó de sus labios.

Ciertamente ambos ya se estaban llevando mejor y el duo era consciente de eso.

Toda aquella tarde aunque fue un martirio para el de sudadera verde, quien se encontraba con el auto, el frío se sentía claramente y veía por los lares cuánto le faltaba para llegar donde su hermano menor le había encargado.

Que situación, primero se enteró que Tom gustaba de el y ahora su hermanito le pedía que viniera a recogerlo y dejarlo vivir en su casa, ¿Ah?, No se extrañaría si luego viera a su madre pasando por ahí y después generar una gran discusión.

Después de cierto tiempo en las calles pudo toparse con aquel chico de cabellera castaña chocolate, llevaba pequeños mechones de fleco asomándose por su frente mientras su peinado era atrapado en una gorra de lana con ciertos pines de bandas de rock en la misma.

Una chaqueta negra con una camiseta blanca por dentro con el estampado de una guitarra electrica, en la parte superior estaban las letras: "Scream!!" Y sus pantalones eran de un azul marino junto con unos converse negros.

—¡Edd! —Le grito en cuanto noto el modelo del auto de su hermano mayor, una maleta con ruedas se posaba a su lado mientras lo saludaba ladeando la mano.

Una sonrisa se le reflejaba.

Y Edd supo que ese chico no había cambiado para nada en sus travesuras, quizás podría admitir que era peor que cuidar a uno de sus amigos.

Acercó el auto a la acera mientras titubeaba un poco sobre la situación en la que estaba.

—¡Gracias por recogerme, Edd!
—Mas que agradecerme, creo que me debes una explicación. —Pauso mirandolo con molestia y cruzándose de brazos.— Jovencito.

El otro castaño chocolate bajo la vista nervioso, riendo levemente.

—Vale, me has atrapado, pero, ¿Puedes culparme? —Se excusó mientras alzaba los hombros.— Mamá dijo que estudiara algo pero yo no me siento listo, ¿Sabes?
—Oh, claro que lo se. —Edd pareció verlo neutro.— Pero debes hacerlo de todos modos, es decir, ¡Aprovecha tus años dorados tonto!

Pronto el de gorra bajo la mirada, algo irritado por esas palabras.

—¡Pero si tú ni estás en la universidad!, ¿Por qué tienes que regañarme así? —El menor finalmente sonó molesto.— No quiero cursar clases de algo que no me interese, es por eso que no me siento listo. ¡Voy a volverme como tú!

Aseguro el contrario menor con una sonrisa, más Edd torció la comisura de sus labios.

—Te aconsejo que no lo hagas. —Murmuro, volviendo a encender el auto.— Las cosas no son como lo crees Adam.

El duo de hermanos se vio afectado, desviando las miradas el uno del otro, se veía claramente como ambos tenían conflictos del uno al otro.

—¿Entonces... tienes una propia casa, no? —Menciono nuevamente el menor, buscando que el hielo se rompa, pero Edward seguía de tan buen humor.
—Si, vivo con otras personas más, así que más vale que te comportes, ¿Lo entendiste?
—A veces suenas como mamá.

El de sudadera verde sobresalto, girando bruscamente su cabeza hacia el copiloto, dónde estaba su hermano menor.

—¡Adam...! —Estaba por regañarlo nuevamente, pero la mirada molesta y algo frustrada del menor le hizo cambiar de idea, suspiro.— Bien, solo, vámonos a mi casa y no hagas algo malo, ¿Si?, por favor Adam.

El nombrado elevó apenas la vista, checando el espacio del auto, noto una pequeña foto en un llavero que colgaba en el retrovisor de arriba del auto.

Podía ver a su hermano mayor cuando era un adolescente junto a sus amigos.

—Esta bien, está bien. —Bajo la mirada nuevamente.— Lo haré.

El viaje más triste e incómodo entre hermanos.

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Creo que se avanzó un poco rápido pero equis, ya me ando desesperando por llegar a ciertas partes muajaja

Pequeños Favores Entre Rivales [Multiship]Where stories live. Discover now