La ignorancia de un Dios

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 3

¿Demonio? ¿Dios? ¿Dios Demonio?

Naruto había recibido muchos títulos, muchos nombres. Los gloriosos días en las Naciones Elementales lo vieron perder gran parte de su humanidad para convertirse en un Dios, un Demonio, un mensajero de la muerte. Lo único que seguía siendo humano en él era su relación con Mei. Si no hubiera sido por la relación con la Mizukage, lo habría perdido todo, incluidas todas sus emociones. Después de todo, mataba para vivir.

Había tantas cosas que hacía por poder; había torturado su cuerpo muchas veces durante su peligrosa época de entrenamiento. Kurama estaba siempre de pie en el lado con una aguja de la vida una vez que él hizo algo ridículo que terminó con casi volar su cuerpo aparte. El Bijuu siempre estaba trabajando horas extras para curar sus heridas autoinfligidas que matarían a una persona normal.

El chakra de Kurama había trabajado tanto dentro de su sistema a diario que se había convertido en parte de él. Dentro de su sistema de chakra, se podía rastrear el vil chakra demoníaco de los Bijuu, mezclándose con el suyo propio. Su cuerpo se acostumbró tanto a él que ya no le causaba ningún daño, puesto que ya estaba en su sistema.

Poder era algo que no le faltaba; lo tenía en abundancia.

De todos modos, todo eso no habría importado; al final habría muerto antes. Tres es el dicho de que todo tiene un precio; el poder que había alcanzado le había costado gran parte de su vida. A pesar de tener los genes Uzumaki y tener el poder ''Completo'' de Kurama dentro de él, así como el Gedo Mazo, no había ninguna diferencia.

Él había puesto tanto daño a su cuerpo durante su tiempo de entrenamiento que redujo su esperanza de vida por un gran margen. Su cuerpo no podía guardar heridas, pero lo jodieron teniendo su vida-espera reducida cada vez que él utilizó la energía de Kurama para regenerar cualquier músculo dañado. Él había intentado trabajar de Fuinjutsu para trabajar alrededor del problema, pero todo lo que él consiguió siempre era el dedo medio.

Tras la batalla con Nagato, había cogido el Gedo Mazo y lo había enterrado en su interior, en lo más profundo de su alma. Pensó que si moría con él, el Juubi no volvería a nacer y aumentaría su esperanza de vida. Pero nada funcionó a su favor: el Gedo Mazo sólo impidió que su cuerpo mostrara signos de vida reducida. Para ser más precisos, evitaba que envejeciera rápidamente, pero no cambiaba la realidad. El solo estaba usando un genjutsu al igual que Tsunade.

Ese era el costo del poder divino que había alcanzado.

Aunque deseaba vivir una vida mejor que la anterior, nada había cambiado mucho. Seguía siendo un Dios, al menos ya no un demonio. El poder que posee le hace cuestionarse por qué fue traído a un mundo así. Si había sido traído a este mundo para vivir en paz, ¿no sería mejor que le hubieran despojado de su poder? Habría tenido sentido que fuera así.

Naruto suspiró mientras miraba por encima del cielo despejado, parado en la cima de un árbol, dentro de una gran montaña. Hacía más de seis meses que no usaba la 'Magia de Dios' o incluso su chakra. Ha pasado ese tiempo desde que levanto su mano preparandose para una pelea con alguien. El ambiente en el que vivía no necesitaba que usara nada de esa magia, y disfrutaba de todo el tiempo que tenía disponible para leer y desarrollar mejores sellos.

Naruto  -  La Era de un Dios  ✔️Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora