Naruto - La Era de un Dios ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 10

Naruto caminaba por el bosque dentro de la Isla Tenrou, completamente solo en busca de un hombre que pudiera ofrecerle algunas soluciones a las preguntas que atormentaban su mente día y noche. El hombre tenía cientos de años a sus espaldas, al igual que aquel hombre que lo abandonó a un destino que no eligió. Nadie era más conocedor del mundo de la magia, actualmente vivo, que el Mago Negro, Zeref. Había muchas cosas que él mismo no sabía sobre el mago. Todo era conocimiento transmitido que la gente escribió hace mucho tiempo. Algunos ni siquiera eran exactos, como parecía. Nunca se podía confiar en los guiones escritos por otras personas.

El ambiente en la isla no era tenso como la última vez que había venido, cuando sintió que alguien le miraba a la espalda todo el tiempo que sus pies le llevaban; había sido como si un fantasma le observara con una mirada endurecida. El aire era acogedor para respirar y el viento soplaba junto a su cuerpo con la cálida frescura del mar que rodeaba este lugar.

Mientras sus pies lo llevaban en todas las direcciones que su mente deseaba, los ojos de Naruto miraban en todas direcciones con sus sentidos extendiéndose firmemente por la naturaleza para tratar de captar a su objetivo. A diferencia de la última vez, cuando no había buscado tanto a su sospechoso, esta vez parecía que el hombre estaba jugando al juego de la espera con él. Era imposible que Zeref no supiera que había aterrizado en la isla, sólo que no se había molestado en venir a darle una bienvenida adecuada... bueno, esto sólo se aplica si el hombre está aquí en primer lugar.

Sería una verdadera lástima si el hombre ha decidido buscar un nuevo lugar para solazarse. No podría seguirle la pista a alguien tan grande y poderoso como Zeref. El hombre entendía la magia mucho mejor que él, así que jugar al juego de la magia con un hombre que lleva vivo más de 400 años no le iba a hacer ningún favor: sólo seguiría persiguiéndole, sin tener nunca la oportunidad de marcarle el paso.

Después de lo que pareció ser al menos una hora de lenta y cuidadosa búsqueda, Naruto finalmente encontró al mago oscuro, sentado junto a un árbol, con una expresión de calma firmemente enmascarada en su rostro. ''He estado esperando...'' dijo simplemente el mago oscuro.

Aunque no había esperado que el rubio apareciera ante él tan pronto después de su última aparición, no estaba decepcionado de que Naruto hubiera venido, no obstante. Cuando se separaron, ambos habían dicho que no esperaban verse pronto, pero aquí estaban, juntos, una vez más en esta Isla Tenrou. Los meses le parecían días, después de todo llevaba 400 años vivo. Aun así, una parte de él se alegró al ver que Naruto había vuelto una vez más ante él.

''Así parece'', dijo Naruto. Sus ojos miraron al mago negro durante un minuto entero, sin pestañear, tratando de entender algo.

''Pregunta, si tienes dudas'', pero eso no significaba que fuera a responder a la pregunta. Dependía del tipo de respuestas que buscara el rubio, y si la pregunta no era al sur, no la contestaría.

Naruto negó con la cabeza, decidiendo tranquilizarse antes de entrar en materia con el mago oscuro. Sus ojos se alzaron hacia el cielo despejado, el sol brillaba justo sobre su cabeza, si era fresco, tolerable. Había días en los que su furia cambiaba el clima, días en los que la naturaleza le escuchaba, días gloriosos en las Naciones Elementales, pero ya había dejado atrás todo eso. Era un mago de Fairy Tail, un oficial del Consejo Mágico.