CAPÍTULO 1: LA PESADILLA

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Me sentía mal. Estaba perdiendo la visión. Veía todo en blanco. El único sonido que escuchaba era un pitido, un pitido inacabable, cada vez más insoportable, que me hacía pensar que era mi fin. Cerré los ojos. Empecé a recordar. Al lado mío estaba un chico que me atraía como los dos polos de un imán.
A los otros dos lados ventanillas. No sabía exactamente dónde estaba, pero...me lo podía imaginar.
De repente, esa imagen se cambió por otra...
1 AÑO ANTES
-Vamos hija, ya es hora de dormir- me dijo la vieja repugnante.
-Vale, cálmate, o te saldrán más arrugas del estrés- dije yo sin arrepentirme.
-Insoportable- volvió a decirme la veterana.
Entré a mi habitación, bueno, mi habitación de hace 5 días, apagué la luz y escuché una voz masculina dominante.
-Hola seré tu nuevo compañero de habitación, me llamo Goehl.
-Ehhhhh...hola soy Jhanny, por si te interesa- le respondí-. Ahora puedes dormir, ya hablaremos mañana.
Puedes pensar que mi manera de responder fue muy borde, pero para mí fue demasiado poco para todo lo que la vida me había hecho.
Me tumbé en la cama, cerré los ojos y esperé a que el siguiente día pasará antes de lo posible.
***
-Vamos Jhanny, o llegaremos tarde- me dijo mi madre.
-Voy mamita, espera que acabe de hacer mi maleta-la respondí.
-Corre o no llegaremos. ¿Tienes ganas de playa? -preguntó mi padre.
-Claro que tengo ganas de playa, ¿qué pregunta es esa?
Entonces bajamos al garaje. La planta que me trae muchos recuerdos: los escondites familiares que jugamos...y demasiadas cosas que la gente no merece saber. Mis cosas privadas son mías y contaré lo que quiera.
Por donde iba...a sí, por el garaje:
Ese entorno frío y oscuro, donde pocos coches circulaban al día.
Y entonces, montamos al coche, me empecé a estresar, no sé ni por qué motivo. Me abroché el cinturón, era de noche y, para ver, mi padre encendió las luces del coche. Llevábamos treinta minutos de viaje, cuando una furgoneta de grande tamaño se acercó demasiado rápido a nosotros.
-Corre papá que viene-grité con todas mis fuerzas- ¡Nos va a chocar!
-Está demasiado cerca-dijo mi madre.
-Estoy perdiendo el control -dijo mi padre.
Mi corazón latía demasiado fuerte. Pensé que a mis dieciséis años iba a morir, pensé que sería la última vez que mi corazón latía.
-AAAAHHHHHHAHAHHHHAHAHAHAHHHHHH!!!!!-gritamos los tres.
¡BOOM!
Me dolía todo el cuerpo, pero todavía me podía mover. Miré si papá tenía pulso, no, estaba muerto.
-¡Es imposible! -dije entre lloros de desesperación y lágrimas de dolor- ¿Y mamá? ¿Mamá tiene pulso?
Me acerqué, miré, tampoco tenía pulso. ¿Estaban muertos?
Empecé a llorar, no podía parar, bueno en realidad sí que paré. Paré cuando no podía más, cuando estaba a punto de morirme. Puse la mano en mi pecho, mi corazón dejaba de latir, y entonces dije:
-Mamá, papá, ¡os quiero!
Y sentí como que me apagué.
***
-¡Noooo mamá, papá, venir aquí!-grité y me di cuenta de que me desperté de un largo y terrible sueño o como me gusta llamarlo, pesadilla-. Lo siento Goehl si te he molestado estaba soñando que...
-No te disculpes, no hace falta-dijo Goehl con su mirada seductora, pelo castaño, ojos azules y cuerpo perfecto-, puedes contarme que te incordia.
-¿Puedo confiar en ti o se lo dirás a alguien?-pregunté.
-¿Qué preguntas son esas?-dijo-. Cuéntame todo lo que quieras.
-Bueno, estaba soñando en la noche en la que la puta vida me traicionó y me dejó claro que no valía para nada vivir y que es una mierda de pérdida de tiempo seguir pasando tiempo con personas que alomejor te quieren meter una apuñalada por la espalda sin que te enteres y reírse sobre las gilipolleces de los tontos que no merezcan esta vida. En cambio, mis padres sí que merecían vivir. Esa noche nos íbamos a la playa, mi padre cogió el coche y marchamos rumbo. En el trayecto, una furgoneta nos chocó y se echó a la fuga. La policía investigó y no encontró nada, porque se la sudaba que mis padres hubieran muerto. Cuando el coche estaba destrozado, unas personas pasaron por allí y llamaron a una ambulancia -hice una pequeña pausa para coger aire y continué -. Cuando la ambulancia llegó, nos hicieron pruebas, a mi madre, a mi padre, y a mí. Ellos dos estaban muertos, pero yo no. Estaba en coma, hasta que desperté, y mis padres no estaban. La mierda de vida me traicionó. Y entonces me trajeron aquí hace cinco días, al orfanato.
-No tengo palabras para describir ese duro suceso, lo siento mucho Jahnny- me contestó Goehl -. Lo siento mucho, sabes que para cualquier cosa que quieras estoy aquí. Vamos o llegaremos tarde, levanta de la cama.
-Voy-dije.
Me levanté, hice la cama, miré el cuadro que estaba en la mesilla. Era una foto mía con mis padres. El día de mi cumpleaños hicimos un mini-pícnic y nos tomamos esa foto, una de mis favoritas. En ella se ve el césped verde y todas las sonrisas que cubrían nuestras caras.
-Venga-gritó Goehl.
Me di prisa, me vestí y bajé las escaleras corriendo.
-¿Qué pasa tan urgente?-pregunté a Goehl.
-Míralo con tus propios ojos.
No me lo podía creer. ¿Cómo sabían eso? No se lo dije a nadie.

CHICO BUENO, CHICA MALA (MI MEJOR ERROR #1)Where stories live. Discover now