CHICO BUENO, CHICA MALA (MI MEJOR ERROR #1)

CAPÍTULO 6: LA TORTURA DE LA DIRECTORA

“No molesto a los demás, y los trato con respeto”. “No molesto a los demás, y los trato con respeto”. “No molesto a los demás, y los trato con respeto”. Estaba harta de copiar y copiar. 105 veces, 106 veces, 107 veces, todavía quedaba mucho, y yo pensaba que me iba a morir en ese mismo momento.
-¿Qué hora es?- pregunto en voz bajísima a Goehl.
-Las 01:00- cuchicheó Goehl después de mirar su reloj-, de la madrugada...claro.
¡Pero esto qué era! ¡Nada más eran la una de la madrugada, y había que estar allí todo el día, hasta las doce que marcan la medianoche del día siguiente! Esto era una tortura, y no era exagerar. Cada vez me daban más ganas de...¡Eso es!
-Goehl, Goehl -susurré lo más bajo que podía.
-¿Qué?
-Tengo un plan, sígueme.
Entonces salí por la puerta, sin decir ni adiós. Seguro que Goehl pensaría que estaba loca, sí, lo estaba. Llevaba un minuto fuera, empezaba a tener miedo. ¿Y si le pasaba algo a Goehl? Ese sentimiento de terror se pasó en cuanto le vi.
-¿Qué haces?- exclamó él asustado- ¿Estás loca?
-Sí Goehl, o por lo menos...lo estaba-dije-...lo estaba...¡Por ti!
¿Pero esto qué era? Había que huir de la directora, no declararse a mi crush.
-Sígueme-dije cambiando de tema para que no me dijera nada.
Salí corriendo, y Goehl, detrás de mí. Cuando salimos del orfanato, fuimos a un sitio donde no nos encontrarían, el concierto de Katy Perry que había en la plaza, lejos del orfanato.
Estuvimos toda la noche de “fiestuqui”, aunque toda la noche tuve en mi mente los pensamientos sobre lo que le confesé a Goehl. ¿Te das cuenta? La vida me traiciona, me intento librar de ella, pero me agarra y me lleva hacia ella, como si fuera algo que mereciera la pena.
***
A la mañana siguiente, fuimos al orfanato, esperando lo que fuera.
-¡Vosotros niñatos!- nos dijo la directora en cuanto nos vio tirándonos de los pelos- ¡Vais a ver lo que es escapar! ¡De aquí no escaparéis!
Que significaba eso de “de aquí no escaparéis” ¿es que nos iban a encerrar en el calabozo?, o otra pregunta mejor, ¿acaso había calabozo?
Pues sí, había una especie de sala donde nos encerraban a los dos, y había que esperar a que alguien nos abriera o, sino, a que muriéramos. La verdad que últimamente prefería la segunda...
La sala en la que nos encerraron era normal, bueno, con las paredes blancas y un banco, nada más.
Estuvimos un tiempo encerrados, no sé cuanto exactamente, ni lo quiero saber. En todo el tiempo que estuvimos en la sala encerrados, Goehl no dijo ni una palabra, aunque fue mejor que dar explicaciones. ¿No tenía de novia a la Martinah? ¿Ya se ha cansado y ahora viene a por mí? Pues si viene a por mí, a huir.
***
5 HORAS DESPUÉS
***
Era la hora de comer. Me dirigía al baño. Iba a lavarme las manos, pero si hubiera sabido lo que me iba a encontrar allí, prefería haberme ahogado en los gérmenes de mis manos antes de haber presenciado...lo que presencié.
Estaba fuera del baño de chicas, justo en la puerta. No entré porque se oían voces, voces de un chico y una chica discutiendo.
-¿Por qué cojones te vas con ella a dirección?- exclamó la voz de la insoportable (Martinah).
-Pues... verás...- intentó defenderse Goehl.
-Tenemos un trato-dijo Martinah con tono amenazante-, no querrás que diga a Jhanny que tus padres mataron a los suyos, y a ella casi también.
-¡Sabes que eso no fue así!- exclamó furioso Goehl.
-Pero ella lo entenderá así-dijo Martinah-, si tus padres no hubieran cogido la furgoneta, no se hubieran chocado con ellos. Además tú la mentiste, dijiste que tus padres murieron en el paso de cebra, cuando verdaderamente murieron en la furgoneta, al chocarse con los padres de Jhanny.
-Sabes que no dirás eso-dijo Goehl.
-Claro que no se lo diré, no se lo diré mientras finjas, ser mi novio- dijo la insoportable.
¡No daba crédito! ¿¡Qué era esto!? ¿Entraba al baño a plantarles cara y decirles que había oído todo o me hacía la tonta? Esto no iba a quedar así. Abrí la puerta, entré al baño y vi los rostros sorprendidos de Goehl y Martinah.