CAPÍTULO 13.

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ADEXE

Observo nuevamente la hora en mi móvil, han pasado cinco minutos desde la última vez que la vi y una hora y media desde que la fiesta comenzó.

Es mi cumpleaños y estamos en el bar de la azotea de uno de los mejores hoteles de New York que Álvaro se ha encargado de contratar, ha invitado a casi todo mundo tanto colegas actores como cantantes, no me sorprende que muchos hayan viajado para venir, después de todo soy alguien importante en ambas industrias y otros necesitaban una excusa para venir a New York. Aunque si soy sincero hubiera preferido algo más íntimo donde Nayra pudiera sentirse cómoda, pero Álvaro, William y Astrid han preparado todo sin decirme nada y no podía quedarles mal.

Sigo esperando a la chica de ojos grises, la he invitado junto con los demás, pero aún no llegan. Nati me dijo que habían tenido un pequeño problema y llegarían más tarde, pero me preocupa que aún no hayan llegado.

Tal vez Nayra se haya arrepentido.

—¿Me dirás por qué miras tanto la hora? —mi hermano pregunta cuando vuelvo a ver la pantalla de mi móvil— estás demasiado inquieto.

—No sé de qué hablas.

—Vamos Adexe, suéltalo de una vez, desde ayer que llegué a New York estás así, ¿qué sucede?

Ya no puedo posponerlo más.

—Es sobre… Nayra.

—¿Qué sucede con ella? —pregunta con confusión—. ¿Por qué la sacas ahora después de tantos años sin verla?

—Sucede que… eh…. nos reencontramos hace unos meses.

Se sorprende por unos segundos, pero su expresión cambia a una molesta.

—No me digas que la buscaste Adexe, porque si es así…

—Fue una coincidencia —niego— todos estos años ella ha estado viviendo en New York y al segundo día de mudarme nos vimos por casualidad.

Me observa detenidamente por varios segundos, cuando se da cuenta que no estoy mintiendo relaja su expresión.

—¿Y qué sucedió después? Dime que ahí acabó todo.

—Al principio quería mantenerme alejado, pero…

—No pudiste hacerlo porque la sigues queriendo —me recrimina.

—Nau las cosas ya no son como antes, ahora ella ya está bien, todo entre nosotros están bien y somos amigos.

—¿Solo amigos?

—Vendrá a la fiesta —evito responder su pregunta— y te ruego, por favor, no la molestes.

—Responde mi pregunta.

—Por ahora lo somos.

—¿Cómo qué por ahora?

—No lo sé Nau —me está poniendo de los nervios— creo… que ella siente algo por mí y yo la sigo amando.

—Eso mismo decías hace años y mira lo que sucedió.

—Ya te lo dije, las cosas no son como antes.

—¿Y qué pasa con Astrid?

—Entre ella y yo ya no hay nada más que amistad y trabajo.

Él no parece contento con mi respuesta

—¿Estás seguro de que no te vas a arrepentir de esto?

Justo en ese momento aparecen los chicos en la entrada, al ver a la chica de ojos grises me invaden todas esas emociones que solo ella me puede provocar.

Indeleble Parte I y II ~ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora