Capítulo 2

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—¿Por qué asumes que perderé? —le increpó Harry.

—Porque eres débil y un claro ejemplo es tu promiscuidad —contestó el omega.

—¿Podrías dejar de usar esa palabra?

Louis volteó a verlo un segundo, pero de inmediato se dirigió a Liam.

—Creo entender lo que propones y estoy de acuerdo, siempre y cuando el premio sean los dos boletos. Todo o nada.

—¿Y qué entendiste exactamente? —dijo Liam con curiosidad.

—Tú lo dijiste, es sencillo —Se encogió de hombros—. Debo ser amable con Harry, eso es todo.

—No —Intervino Niall meneando la cabeza—. No puede ser así de fácil, menos si el incentivo son entradas que conseguí con mucho esfuerzo.

Louis lo miró con un gesto divertido «Vaya sacrificio» quiso responder con tono sarcástico, pero no lo hizo.

Cabe señalar que Niall se expuso a sí mismo desde que ofreció los boletos como premio, a Louis solo le tomó unos segundos para hilar todos los acontecimientos que darían sentido a las palabras de su amigo. Y es que el día que supuestamente Niall iba a reclamar y terminar con su novio por la infidelidad en Tinder; le había llamado pronunciando un SOS para remarcar la urgencia de una tarde de chicos -lo que implicaba tomar café con galletas mientras hablaban de algo o de alguien-. Louis se presentó en la cafetería donde quedaron previamente y esperó en una mesa. Extrañamente, cuando Niall llegó a su encuentro no parecía estar triste, más bien tenía una expresión de satisfacción, lo notó algo ruborizado y desaliñado.

—No es lo que estás pensando —explicó Niall al instante. La mirada insistente y divertida de Louis, le dejó en claro que no había sido tan discreto como para que su amigo no se enterase de lo ocurrido ese día—. Para que sepas que solo fue sexo de despedida —terminó admitiendo—. Le dije adiós a su nudo, eso sí que me dolió... en ambos sentidos.

Todos a excepción de Louis creían entender a medias lo que dijo el omega.

Niall se ventiló el rostro con una mano, estaba ruborizado. La sonrisa triunfal de Louis le recalcaba una vez más que, su amigo tenía esa facultad -en sus palabras, maldición- de que no podía ocultarle lo obvio. Lo cierto era que -probablemente- Niall era muy legible y Louis demasiado astuto.

Pero, no, ninguno mencionaría que aquel día Niall fue hasta el departamento de su ahora ex novio, donde ambos discutieron solo unos minutos antes de que el omega fuera tomado sobre la alfombra recién lavada. En resumen: tres orgasmos con anudamiento satisfactorio -porque Adam la tenía grande-, comida a domicilio, más una absurda petición -súplicas en medio de jadeos- para retomar la relación por parte de su ex, y despertar antes para robar -tomar de compensación- los boletos para los Artic Monkeys... Niall sí que supo aprovechar las circunstancias, no hay más explicación y no había arrepentimiento de su parte.

—Tiene razón —dijo Zayn retomando la plática. No entendían ese silencio cómplice de los otros omegas presentes—. Se escucha muy sencillo.

—Sí, lo es, pero no veo el problema —le dio la razón Louis—. Harry me odia, no podrá ser amable conmigo. Yo ganaré, no está a mi nivel de competitividad.

—¿Te das cuenta que tú fuiste el menos amable de los dos? Incluso ahora me estás menospreciando —dijo Harry. Encontraba irritante que el omega utilizara ese tono de voz altivo.

—Tiene razón, estás dando por sentado tu triunfo y no será así de fácil —insistió Niall.

—Entonces necesitamos una reunión para decidir esto —propuso Zayn enlazado un brazo con el de su alfa y el otro con el de Niall—. Ya regresamos.

El día opuesto L.S. (Omegaverse)Where stories live. Discover now