Capítulo 9: Dos son mejor que uno

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A la mañana siguiente, Sanji se despertó con la alarma. Intentó alcanzar su teléfono pero se encontró envuelto. En su estado de somnolencia, supuso que estaba envuelto en sus sabanas, pero cuando en su intento de desenredar el lío se encontró con un gruñido bajo, se quedo paralizado.

Los acontecimientos de la noche anterior volvieron a su mente. Los sucesos de la cocina y el salón antes de meterse en la cama y dormir mejor de lo que había dormido en quién sabe cuánto tiempo.

Se dio la vuelta lentamente, separándose lo suficiente como para alcanzar su teléfono y pulsar el botón de apagado. Volvió a girarse para ver a Zoro, que parecía seguir dormido a pesar del zumbido y el pitido de la alarma. Dejó que una pequeña sonrisa adornara su rostro mientras observaba a su novio... espera... ¿eran novios?

Hablaron de darse todo el uno al otro, ¿pero eso significaba que estaban juntos de verdad? ¿Zoro creía que estaban juntos? ¿Y si no era así?

"Es demasiado temprano para que pienses tanto, Rizado".

Miró la cara de Zoro mientras sentía su pulgar pasar entre sus cejas. No pudo evitar soltar sus pensamientos en voz alta.

"¿Eres mi novio?"

"¿Quieres que lo sea?"

"Sí."

"Entonces sí, lo soy".

"Bien."

"Bien."

Se quedaron mirándose durante un minuto antes de que la alarma de Sanji volviera a sonar, lo que le valió a Zoro una pequeña risita y una suave sonrisa.

"Vamos, sé que tienes sitios a los que ir".

Sanji estaba realmente indeciso, REALMENTE quería quedarse aquí en la cama con Zoro, pero había estado alejado del Café Sora durante una semana y realmente necesitaba volver a él. Refunfuño y se levantó de la cama para prepararse para ir a trabajar.

Cuando terminó de ducharse y vestirse, volvió a la cama donde Zoro se había vuelto a quedar dormido. Se sentó en el borde y pasó suavemente los dedos por el pelo de Zoro, observándolo dormir durante un minuto antes de sacudirlo un poco para despertarlo.

"Me voy. Puedes quedarte aquí y dormir un poco más".

Zoro estiró los brazos por encima de la cabeza mientras soltaba un bostezo y Sanji no pudo evitar que sus ojos recorrieran la extensión de su pecho visible. Se detuvo un minuto en la cicatriz que le atravesaba el torso. Siempre había pensado que eso hacia que el cabeza de musgo fuera exponencialmente más sexy y no pudo evitar pasar el dedo por ella, viendo como los musculos de Zoro se estremecían al contacto y como Zoro le agarraba la mano apartandola.

Miró a Zoro con preocupación. "¿Todavía te duele?"

Zoro se rió entre dientes. "No Ricitos, pero si sigues haciendo eso me despertarás más de lo que quieres ahora mismo".

Sanji resopló y apartó la mano poniéndose de pie. Oyó a Zoro arrastrando los pies detrás de él y se volvió hacia él interrogante mientras salía de la cama.

"Yo te acompaño". Dijo Zoro mientras empezaba a ponerse la ropa de ayer. "Esta mañana voy a dar unas clases en el dojo, así que tengo que ir a casa a recoger mis cosas antes de ir para allá".

Salieron, Sanji cerro tras ellos antes de dirigirse a su coche. Una vez allí, Sanji se giró hacia Zoro y le dio un suave beso en los labios, sonriendo al retirarse.

"Pásate por Sora cuando termines".

"¿Me harás esa cosa matcha otra vez?"

Sanji se rió. "Pastel verde para mi novio verde. Creo que puedo hacerlo".

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