Capítulo 14: Llévame a casa esta noche

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Hoy era el día, el equipo se reunía en casa de Nami y Vivi y Zoro se devanaba los sesos buscando cualquier excusa para no ir. Normalmente, esperaba con impaciencia sus reuniones, ya que no solían reunirse todos en un mismo lugar con frecuencia, con todo el mundo por todas partes. Pero esta vez, tenía la sensación de que habría una atención extra dirigida hacia él y Sanji y nunca le había gustado ser el centro de atención.

Suspiró mientras miraba el reloj, Sanji iría a buscarlo al salir del trabajo lo que le daba aproximadamente 3 horas para prepararse. También podría prepararse mentalmente. Decidiendo que una larga rutina de gimnasio era necesaria, se preparo y se dirigió al gimnasio de su casa.

***

Mientras se metía en la ducha, aún no estaba seguro de estar preparado, pero tenía la cabeza despejada. Había recibido un mensaje de Sanji recordándole que tenía una hora para prepararse y que esperaba que llevara algo más que "una camiseta vieja y una sudadera holgada".

De repente se le ocurrió una idea y se le dibujó una sonrisa en la cara. Sabía que no podía hacer que Sanji no fuera, pero tal vez podria convencerlo de que se fueran antes. Con esa idea en mente, terminó de ducharse y fue a rebuscar en su armario.

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Cuando Sanji llegó a la casa de Zoro a recogerlo esperaba tener que hacer que Zoro se cambiara y/o esperar un tiempo indeterminado a que estuviera listo. Lo que no esperaba era que Zoro estuviera, no solo completamente listo, sino vestido con un traje que le hizo pensar por un breve momento en no ir.

Zoro llevaba un top de seda elastica gris que sin duda era al menos una talla más pequeña por la forma en que definía cada uno de sus musculos, ademas de eso, tenia un profundo escote en V que acentuaba aun mas sus pectorales, apretandolos entre si para formar un pequeno valle en el que Sanji podria imaginarse fácilmente hundiéndose y, oh, no sería una sensacion celestial. Siguió recorriendo con la mirada el cuerpo de Zoro hasta llegar a los pantalones, que eran holgados, de un material similar al de la parte de arriba, pero los laterales estaban rajados desde el tobillo hasta la parte superior del muslo, lo que dejaba entrever sus piernas cada vez que se movía.

No estaba seguro de poder pasar la noche.

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Zoro apenas contuvo la sonrisa victoriosa que amenazaba con apoderarse de su rostro cuando vio que la sangre empezaba a gotear de la nariz de Sanji. Iba a ser una noche divertida.

Se acercó a Sanji y le dedicó su sonrisa más inocente.

"Tienes algo en la cara, cocinero".

Pasó el pulgar por el labio superior de Sanji recogiendo parte de la sangre y luego se metió el pulgar en la boca para lamérsela observando como los ojos de Sanji seguían la acción antes de rodearle y dirigirse al coche actuando como si nada hubiera pasado.

Zoro se acercó y se apoyó en el coche, observando durante un minuto a Sanji, que parecía haberse quedado paralizado, antes de volverse hacia Zoro con una media mirada y caminar hacia el lado del conductor, abriendo las puertas y subiendo. Zoro se sentó en el asiento del copiloto asegurándose de colocarse de forma que la raja de su pantalón izquierdo quedara abierta sobre su pierna, dejándola al descubierto.

Zoro sacó su teléfono fingiendo ignorar a Sanji mientras se desplazaba por la nada. Podía ver a Sanji por el rabillo del ojo, agarrado con fuerza al volante. Cada vez que Sanji lo miraba, alternaba la mirada entre su pecho y su pierna, antes de volver rápidamente la vista atrás y ajustar su agarre.

Cuando llegaron a casa de Nami y Vivi, Zoro se apeó en cuanto Sanji aparcó el coche y se dirigió a la puerta. Definitivamente NO puso un meneo extra en su paso al sentir los ojos de Sanji clavandose en el desde atras.

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