El mundo parecía tranquilo. Un hermoso sol había salido en la mañana de Japón, los civiles circulaban por las calles, niños conversando entre ellos mientras iban a la escuela, adultos los cuales miraban el reloj porque llegaban tarde a sus trabajos.
Personas las cuales intercambiaban papeles, mientras que unos iban a trabajar con un poco de sueño por recién levantarse, otros dormían en el tren después de una noche dura de trabajo.
Los ancianos salían a tomar un poco de aire y comprar sus necesidades.
Parecía un mañana muy normal.
Pero...
Una explosión haría que toda esa tranquilidad sea destruida. En cuestión de segundos todo seria destruido, el cielo se oscurecería, los gritos de las personas no tardarían en llegar.
El escenario se había convertido en el fin del mundo, edificios destruidos y en llamas, gente herida gritando por ayuda.
Y poco tiempo después, los gritos de auxilio se convertirían en gritos de dolor.
La causa por la que el cielo se había oscurecido sería una nave. Esos vehículos espaciales que solo se veían en las películas, habían tomado forma y se encontraban en los cielos de Japón.
Era una nave gigantesca, tal era su tamaño que podía cubrir toda la cuidad.
La gigantesca nave espacial desplegaría unos cañones y comenzaría a disparar a diestra y siniestra por todos los lugares.
Las personas que estaban fuera del rango de la nave comenzarían a correr buscando un refugio, los reporteros llegarían al lugar y comenzarían a filmar todo esto en vivo.
Las personas que habían prendido su televisor comenzarían a rezar porque su héroe los salve.
Esto era algo que nunca había pasado.
Los policías, bomberos, ambulancias y algunos héroes que estaban cerca habían llegado al lugar para auxiliar a las personas. Saliendo de uno de los coches de policía, el detective Tsukauchi saldría con un rostro más que inquietante.
Y llamando rápidamente a alguien, observaría algo que lo dejaría temblando del miedo.
Tsukauchi: All Might...
Una especie de válvula seria desprendida de la nave, aterrizando en el suelo de la tierra. De ella una especia de ser que media más de tres metros saldría, su apariencia no era de este mundo.
Sin algún tipo de boca, el ser comenzaría a matar a todo lo que tenía en frente.
Los héroes que estaban en el lugar intentarían ayuda, pero este ser sería mucho más fuerte que ellos, siendo completamente derrotados, no, esa no podía ser una simple derrota, fueron completamente humillados por este ser.
Tsukauchi: ¿Cuánto te falta por llegar?
All Might contestaria agitadamente.
All Might: ¡¡estoy en camino!!
Soltando el teléfono mientras temblaba, Tsukauchi se quedaría completamente quieto por lo que estaba viendo.
***
***
Minutos antes de que llegaran los héroes, un chico peliverde estaría viendo el televisor mientras se rascaba el trasero.
El chico recién se había levantado y estaba viendo su programa favorito,
Y...
De repente, el programa seria cortado para poner las noticias.
La molestia del chico no tardaría en llegar, pero esta se calmaría después de ver las noticias.
Reportero: ¡una nave espacial acaba de aterrizar a la tierra y está destruyendo todo a su paso!
Reportero: ¡un alienígena acaba de aterrizar en el lugar y ha acabado con todos los héroes que estaban ayudando a evacuar a los civiles!
El chico el cual se había quedado en silencio por unos cuantos segundos se pararía y se estiraría.
Dejando salir un pequeño suspiro, su rostro formaría una pequeña sonrisa.
Izuku Midoriya abriría su armario, encontrándose con un traje un tanto simple.
Era el traje que su madre le había hecho.
Izuku: parece que debería ir
***
***
Una niña, una pequeña niña se encontraba llorando porque no encontraba a su madre.
Tsukauchi se había quedado estático porque el alienígena se dirigía hacia la pequeña.
El miedo lo tenía encadenado al suelo, pero él sabía que tenía que ir a salvarla. Los gritos de All Might por el teléfono se irían después de que Tsukauchi comenzaba a caminar hacia la niña.
Decidido por lo que iba a hacer, seria detenido por una mano.
Volteando hacia el costado, vería a un joven el cual se le estaban cayendo unos pocos cabellos por las enormes ventiscas las cuales ocasionaba la nave.
Caminando lentamente hacia la niña, el alienígena miraría a la pequeña deseoso de matarla.
La niña seguía llorando, sabiendo que no podía hacer nada y de repente la vista de la pequeña seria cubierta por la mano del alíen. Juntando sus dedos, el alíen se daría cuenta que no había atrapado nada.
Y...
Mirando hacia el costado, la capa blanca de un hombre llamaría la atención del alíen.
Cubriendo a la niña con sus brazos, este le daría una sonrisa.
Izuku: no te preocupes, todo estará bien
La niña se calmaría al escuchar esas palabras.
El alíen en cual no tenía cuerdas vocales ni boca para hablar, comenzaría a comunicarse por telepatía.
Alíen: ¿quién eres?
El chico soltaría una pequeña sonrisa, para acto siguiente dejar a la niña en el suelo.
Volteando a ver al alíen, Izuku hablaría con una mirada determinante.
Izuku: ¿Yo?...
Izuku: solo soy un chico cuyo pasatiempo es ser un héroe
