La noche había caído, y en un rincón oscuro de las calles, Genos se encontraba frente a Shinya Kamihara, también conocido como Edgeshot. Ambos permanecían a una distancia considerable, conscientes de que la situación podía cambiar en cualquier momento.
Genos miraba con desprecio a Edgeshot, cuyo rostro estaba parcialmente cubierto, revelando solo sus ojos.
Edgeshot: vamos, no me mires así
Edgeshot: vine desde muy lejos para verte personalmente a ti
Genos: ...
Genos: No quiero perder el tiempo, resume lo que tienes que decir en 20 palabras
Edgeshot: ¿eh?
Edgeshot: jajaja, no pierdes el tiempo...
Edgeshot: solo quería conocerte. Puedo ver el gran trabajo que hizo ese loco contigo... sorprendente, verdaderamente increíble
Genos: ¿conoces al doctor Stench?
Edgeshot: Je... Solo quería conocerte, Genos
Edgeshot: hasta luego
Antes de que Genos pudiera reaccionar, Edgeshot lanzó un rápido ataque. Aunque Genos intentó esquivar, la velocidad de Edgeshot fue abrumadora. Un pequeño corte en la mejilla de Genos fue suficiente para mostrar la eficacia del ataque.
Edgeshot se retiró rápidamente, dejando a Genos molesto y reflexionando sobre su propia fuerza.
Genos (pensamiento): maldición
Genos (pensamiento): Sigo siendo débil...
Genos regresó a la residencia, encontrándose con Midoriya esperándolo en la puerta. Al verlo llegar, Midoriya levantó la mano, indicándole que se acercara.
Midoriya: ¿Qué tal? ¿Para qué quería hablar contigo?
Genos: solo vino a conocerme
Midoriya (pensamiento): hm, ya veo, no quiere decírmelo, debe ser algo muy personal
Midoriya: ya veo, es bueno darte a conocer
Ambos jóvenes entraron a su hogar compartido, dejando atrás las intrigas momentáneas para centrarse en su vida cotidiana como estudiantes de la U.A.
Al nuevo día, Midoriya no mostraba intenciones de levantarse de su cama. Genos comprendió la situación, pero cuando la tardanza se volvió crítica, Itsuka Kendo ingresó a la habitación. Sin contemplaciones, sacó a Midoriya de la cama y lo instó a apresurarse para llegar a tiempo a la escuela.
Kendo: ¡Vamos, Midoriya! ¡No puedes quedarte aquí todo el día!
Genos observó la escena con una mezcla de sorpresa y agradecimiento. Itsuka, con su firmeza, había logrado lo que él no pudo: motivar a Midoriya para enfrentar el día.
La rutina de despertar a Midoriya se volvió algo común en la vida de Kendo y otros estudiantes de la Clase B. No pasó mucho tiempo antes de que la chica se ganara la reputación de "despertadora oficial" de la clase. Con determinación, Kendo no solo ayudaba a Midoriya, sino que también a otros compañeros que compartían el problema de levantarse temprano.
Kendo: Midoriya, ¿Puedes hacerme la tarea fácil y no aferrarte a la cama?
Midoriya: no
Kendo: ¡Vamos, no seas un bebé!
Kendo: Genos, ¿Puedes venir a ayudarme?
Genos: está bien
Juntos, Kendo y Genos lograron sacar a Midoriya de la cama y dirigirse hacia su salón de clases. La resistencia matutina de Midoriya era evidente, pero con la ayuda de sus compañeros, lograba llegar a tiempo a sus clases.
