Capítulo 4

13 4 0
                                    

SOUNTRACK - Who i am - The score

SOUNTRACK - Who i am - The score

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

MARTES 7:30 AM

El agua chocando contra mi rostro; la frescura que percibe mi piel al estar sumergido y las grandes bocadas de aire que entrar a mis pulmones.

Una de las cosas que más disfruto de mi vida es nadar, no sé qué me pasa pero cuando estoy ahí me siento uno con el agua, hundirse hasta el fondo de la alberca y que la presión te absorba es genial o al menos para mí.

Estoy en prácticas de mi equipo de natación, las competencias son pronto mi rendimiento a bajado un poco pero sé que puedo lograrlo.

El entrenador soplo el silbato y empezó el cronómetro, me lance al agua y nade lo más rápido que pude hasta el otro extremo de la alberca y de ahí de regreso y así siete veces más.

El silbato sonó dando por terminado el tiempo cuando llegue.

—Doce minutos con treinta y siete segundos y doce milisegundos — anuncia mi tiempo, él entrenador.

— ¡Demonios! —Suspiro con pesar.

Con este tiempo voy a perder, necesito hacer mínimo ocho minutos.

—Necesitas dejar de fumar, Eloy, es necesario que aumentes tu resistencia, estás quedándote sin aire a la mitad de tu pista. —Me regaño él entrenador.

—Lo sé, ya no he fumado tanto entrenador. —Me excuse.

—El campeonato es en tres meses, Eloy, si quieres ganar tienes que dejar de fumar y dejar de perder el tiempo con tonterías.

—Si, entrenador.

—Sería todo por hoy —Dice él entrenador

Volví a meter mi cabeza al agua, daría otra vuelta para relajarme.

Dejar de perder el tiempo...

No estoy perdiendo el tiempo solo... Estoy disfrutando, ¿Qué tiene eso de malo?

Todos con la misma cantaleta: "Deja de perder tu tiempo", "Estás dejándote mal influenciar", "tus amigos no te van a mantener"

Eso ya lo sé.

—¡¡Eloy!! Te buscan. —Saque la cabeza fuera del agua y me quito los googles.

— ¿¡Qué!?

—Te buscan —Mi entrenador hace una seña, veo a diego saludándome con su mano.

Salgo de la alberca y sacudo mi cabello.
Diego trae mi toalla con él.

—¡¡Hola!! —Me tiró la toalla en la cara.

— ¿Qué haces acá? —le pregunto mientras seco mi cabello.

—Todavía de que te vengo a recoger me tratas mal. —Entrecerró los ojos —Fui a tu casa pero tu mamá me dijo que estabas acá.

La única VerdadWhere stories live. Discover now