Capítulo 8

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Para cada persona el tiempo de alabanza es diferente; algunos lloran a mares, otros se gozan danzando, otros tantos se desgarran la garganta cantando

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Para cada persona el tiempo de alabanza es diferente; algunos lloran a mares, otros se gozan danzando, otros tantos se desgarran la garganta cantando.

Pero sabemos que cada una de esas maneras es especial para Dios, no importa si solo aplaudes o cantas o si pareces un torbellino de danza mientras se haga de corazón a Dios le agrada.

El sonido de los instrumentos inundaba el foro, se lograban oír los panderos retumbar, las palmas y uno que otro grito.

La mente de Siloé estaba en paz, no había nada que la desconsentrara hasta que su mirada se posó en alguien que jamás pensó ver ahí.

Él chico de tez canela que miraba a todos con confusión y algo de desagrado.

Tan solo una mirada bastó para que su mente se perdiera.

Los ojos de Eloy encontraron los de Siloé, él frunció su ceño y una sonrisa se postró en sus labios.

Hizo un ademan saludándola con algo de burla y ella simplemente frunció el ceño.

Siloé sacudió la cabeza e intentó concentrarse de nuevo en ministrar, pero los nervios la traicionaron, casi como si esta fuera la primera vez que danzaba.

Eloy no apartaba su vista de ella era divertido verla pues notó que la puso nerviosa.

Quién lo diría al final una vez más sus caminos se cruzaban.

Eloy elevó un poco más su vista y diviso a alguien que no quería ver:

"el señor sol"

Mateo.

Rodó los ojos y la sonrisa que tenía en sus labios se borró.

-Olvidé que él también estaría aquí. - dijo para si mismo.

Estaba ahí tocando la guitarra y ante la perspectiva de Eloy, creyéndose el mejor.

Apartó su vista de él y ahora la posó en su madre, ella entonaba la alabanza qué tocaban.

«¿desde cuando le gusta esto?»

Eloy se quedo viéndola y ella volteo a verlo con una sonrisa la cual el devolvió.

«Bueno, al menos se ve feliz»

Pensó.

la alabanza acabó y comenzó la adoración Eloy se quedó parado sin hacer nada como lo había estado haciendo desde que llegó, esto era demasiado raro para él, tener que estar en un lugar dónde todos adoran a algo que ni siquiera saben si es real era tan... Desagradable.

La única VerdadWhere stories live. Discover now