Capitulo 4: Casualidad o Destino

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Willy Wonka y Giselle Wonka, ya habían regresado a la ciudad y entraron algo apurados a su hogar, buscando a su hijo, la adulta pelirroja lo llamaba por su nombre, hasta que se lo encontró en la gran sala dando indicaciones laborales a unos cuanto...

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Willy Wonka y Giselle Wonka, ya habían regresado a la ciudad y entraron algo apurados a su hogar, buscando a su hijo, la adulta pelirroja lo llamaba por su nombre, hasta que se lo encontró en la gran sala dando indicaciones laborales a unos cuantos Oompa Loompas que se encargaban del salón de chocolate, Giselle corrió y abrazo fuerte a la luz de sus ojos, liberando un gran suspiro de alivio y muy feliz le dijo.

-Will, finalmente, te estuvimos buscando por toda la ciudad y parte del pueblo, que gusto que estás bien, estaba tan preocupada, mi bebé -le comento casi queriendo llorar, pues su madre ante todo era una mujer muy dulce y sensible.

-Mamá tranquila, estoy bien -le respondió algo apenado el joven y correspondiendo el abrazo.

La mujer de ojos azules se dio cuenta del dedo vendado de su retoño y muy preocupada tomó su mano y le preguntó.

-Hijo ¿que te paso aqui?.

-Oh, no fue nada -le hablo muy tranquilo y sonrió-De hecho tengo mucho que contarles, fue toda una aventura lo que pase allá afuera mamá.

-¿De verdad? -le cuestiono Giselle algo emocionada.

El sr.Wonka se le quedo viendo a su hijo con una cara de enojado para luego darle un ligero golpe en la cabeza usando su bastón relleno de dulce, el cual siempre portaba en sus manos, consiguiendo que el joven de cabello castaño se quejara y tocara la zona golpeada con sus manos, claro, suponía que se lo merecía, ya que se fue sin avisarles, no les dejó una carta ni nada, sabía que si alguno de los dos iba a estar enojado y regañarlo, ese era su padre.

El amor es agridulce -Willy WonkaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt