consuelo

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-Dado final el caso : Roberto Musso Focaccio es declarado divorciado y soltero de su ex esposa Laura Domínguez a partir del 2 de diciembre del presente año.-decía el documento de divorcio de Roberto Musso.

Tanto tiempo juntos y me engañabas con ese rubio cara de estúpido, se lamentaba esa misma noche Roberto.

-Mejor llamo a Topo, él me alegra estos tipos de momentos.-dijo ya relajado.

Al poco rato, Topo (o Gustavo, es la misma persona) respondió a la llamada de su amigo. Ya estaba acostumbrado a ser la persona que se encargaba de consolar a su amigo en los peores momentos : por ejemplo, cuando Laura se enojó con Roberto porque no le compró la cartera Louis Vuitton que estaba en oferta por Black Friday, cuando Roberto falló bastantes veces en un ensayo porque Laura le lanzó palabras hirientes, etcétera.

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Gustavo se sentía feliz al saber que era importante para Roberto, desde que lo conoció se enamoró de su forma de ser. No lo dejaba de observar en cualquier cosa que realizaba en el estudio.
Al enterarse del divorcio de Roberto, exclamó fuerte (en su mente) : VAMOS HIJOS DE PUTA, ME SIRVIERON LOS AUDIOS SUBLIMINALES. Aunque por otra parte sí se sentía mal por él, porque sabía que Laura era alguien importante para su amigo.

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Cualquier medida es buena cuando se apaga la llama de la pasión, repetía siempre Roberto en los últimos días como esposo de Laura con una voz quebrantada. Pero tan quebrantada que lloraba desconsoladamente en el baño, con la excusa que habían derramado legía o shampoo en el suelo.

Y reventame de un toallazo, pegame, pegame, pegame~, lloraba tanto al saber que sí o sí en cualquier momento se iban a divorciar.

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-En serio Topo, nunca pensé que me haría algo así.-decía muy triste y casi llorando Robertito. Necesitaba un abrazo urgentemente, y de alguien que quería, como Topo, por ejemplo.

-Son cosas que pasan y pues, las personas son así de malvadas a veces.-respondía Topo.

-En fin, ¿te veo mañana en la casa de Damián a las 12 del mediodía? Necesito despejarme un poco después de lo ocurrido.-dijo Roberto.

Yendo a la casa de Damián, no sé si es que ya no veo o que ya no entiendo... ¿¡POR QUÉ ME CUESTA TANTO LLEGAR?!

-Dale, te veo allí.-dijo Topo.

Se saludaron con la mano en la videollamada y cortaron.

Amor A Muerte [EN EDICION] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora