What if || Andromeda's Version

[Too much to drink]🏎

What if...

Charles encontrara a Alice ebria, y ella le confesara cosas que jamás imaginó...

***

-¿Ace?- bajo las escaleras que me faltan para llegar al vestíbulo del salón. Es fácil darse cuenta de que este lugar no está habilitado para la fiesta que tiene lugar arriba, pues todas las luces están apagadas, y hay una pequeña separación al pie de las escaleras para evitar que la gente pase más allá de lo permitido. Claramente, no son medidas suficientes para una chica que bebió un poco de más.

Encuentro a Alice sentada en el banquillo del piano, jugueteando con las teclas, tocando al menos 3 diferentes canciones al mezclarlas en una sola.

-Alice.

-¡Charlie!. - oh dios, lo ebria que debe estar como para llamarme de esa forma.- ¡Ven! Toca conmigo.

Tomo asiento en el banquillo a su lado, en espera por su siguiente movimiento, y trato de no volverme loco al caer en cuenta de que es lo más cerca que he estado de ella desde lo que pasó.

– ¡Ay, no! ¡Las notas no están correctas! – se lamenta con la mirada clavada en las delicadas piezas de marfil bajo sus dedos. Alice dice muchos chistes de por sí, pero su versión ebria es la más graciosa.

– ¿No lo están?

– ¡Las movieron! Movieron las teclas del piano.

– Bueno, ¿y quién pudo haber hecho eso?

– De seguro fue Carlos. Está molesto conmigo porque estoy molesta contigo. ¡Entonces vino a desacomodar las teclas, Charlie!

– Bueno, ya no estés molesta conmigo y listo. Te prometo que las teclas van a regresar a la normalidad.

Hace un puchero que no me resulta más que adorable mientras sus dedos tamborilean sobre las teclas del piano, hasta que se detiene abruptamente para mirarme con curiosidad. Sus enormes ojos cafés que me tienen tan atraído hacia ella se vuelven de pronto en lo único que puedo ver en este momento.

– Si te pido algo, ¿lo harías?. – pregunta bajando la tapa para cubrir las teclas, trastabillando en su camino para usarlo de escalón y sentarse sobre la superficie del piano. ¿Qué está haciendo?

– Lo que sea. Dime qué necesitas.

– Te necesito a ti. Quiero hacerlo.

Supe perfectamente a lo que se refería, el escalofrío en mi espalda me lo hizo notar. Y me puse nervioso. No por hacer lo que me pide, porque he deseado repetir lo sucedido esa noche en Mónaco desde que pasó, ansiando una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, y tengo la oportunidad ahora, pero sé que si accedo, Alice va a odiarse por la mañana. Puedo tolerar que esté molesta conmigo, pero no que se recrimine a sí misma por algo que me involucra a mí.

Podría pensar positivo y decir que tal vez esto basta para que me perdone, pero una persona que piensa así no conoce a Alice, no realmente.

– ¿Hacer qué cosa?

– Ya sabes... ¿o necesitas una demostración? – pregunta tomándome de la hebilla de mi cinturón para acercarme a ella. Es lo más cerca que hemos estado desde esa noche, y no debería agradarme tanto la idea. – ¿Está bien si hago esto? –comienza a desabrochar el botón de mi pantalón, descansando su mano en la bragueta mientras espera por mi respuesta.

– Puedes hacerme lo que quieras, princesa.

– Me gusta cuando me dices así. ¿Seguirás haciéndolo?