[All too well] 🏎

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What If

Charles hubiera engañado a Alice, y ella hubiera regresado a Nueva York...

***

Just between us, do you remember it all too well?

***


Es mi departamento de siempre. Los mismos muebles, las mismas tazas dentro de la repisa y los  imanes que colecciono pegados al refrigerador, pero ya no se siente como mi hogar.

Lo que durante años consideré como mi refugio y escape de la realidad ahora se ha disminuido a un cascarón lleno de recuerdos manchados por su esencia. Las grietas de mi corazón habían sido arregladas por él. Se había deslizado en todos los rincones de mi alma, reparando cosas que no rompió, sanando una versión de mí que solía encantarme, ¿todo para qué? Para romperme nuevamente y por completo para siempre. ¿Para qué tomarse las molestias entonces, si iba a hacerme esto?

Por primera vez no me gusta el frío del departamento, pero no quiero un día soleado tampoco, porque me recuerda a él, y la forma en que me hacía sentir solo con entrar a la habitación. La bola de espejos colgada sobre mi sala es un recordatorio constante de la noche que bailamos juntos aquí mismo, y los libros de Ferrari acomodados en mi librero parecen burlarse de mí porque saben perfectamente que jamás voy a poder librarme de él. Su presencia va a seguirme siempre, sin importar a dónde vaya.

Él se había quedado con una gran parte de mí, pero su fantasma sigue presente en cada mínima cosa que hago, acechándome en cada esquina de los lugares a donde voy.

— ¿Tienes hambre? Puedo prepararte algo, o pedir de ese lugar italiano que tanto nos gusta.

Niego con la cabeza, dedicándole la mejor sonrisa que tengo para ofrecer en estas condiciones, explorando mi viejo departamento con una nueva perspectiva de la vida, dejando atrás algo que jamás volvería a tener.

— Acabamos de llegar. No vas a encontrar nada en la alacena.

Me da la espalda para abrir todas las puertas de las gavetas, encontrándose, en efecto, con absolutamente nada comestible en ellas.

— Huh, deberías tener comida a la mano, Alice. Iré a comprarte un par de cosas mañana, ¿sí?

— No es necesario. Ya has hecho mucho por mí, de verdad. No quiero poner más cosas en tu plato.

— No tienes nada de comida, ¿cómo vas a poner más en mi plato?

Me río. Al menos creo que lo hago. Fue por cortesía más que por otra cosa, porque realmente no tengo muchas ganas de hablar, pero no quiero decirle eso. Suficiente tengo con que todos a mi alrededor me vean y me traten como si estuviera enferma, con lástima.

— Escucha, sé que aprecias mucho la sinceridad, entonces voy a ser honesto contigo. — se apoya contra la barra de la cocina. Las mangas de su suéter cubren la mitad de sus manos, dejando ver los anillos adornando sus dedos.

Anillos como esos que Charles estaba usando esa noche.

Ahí va otra cosa que me recuerda a él, otra cosa cotidiana con la que voy a tener que aprender a vivir sabiendo que su recuerdo va a estar ligado siempre. — Tu papá está preocupado por ti, Alice. Yo también lo estoy. Me pidió que te cuidara y esté al pendiente. Ya tenía pensado hacerlo de todas formas, pero quería que lo supieras, que lo hago de corazón porque quiero verte bien y no porque él me lo sugirió. ¿De acuerdo?

Pero desde el momento en que todo había salido a la luz, la verdad es que las cosas dejaron de importarme como solían hacerlo. Los Sainz me invitaron a pasar un par de días con ellos para despejar mi mente. Agradecí la intención, pero odié los recuerdos, porque me sentí exactamente igual que ese fin de semana que me habían acogido, cuando mi mamá murió.

What if || Andromeda's VersionWhere stories live. Discover now