Heridas del pasado.

595 71 27
                                    

Capítulo 3:

⚠️⚠️⚠️

(Contenido sensible, no acto para todo público, si te considera sensible a actos de violencia puedes saltarte el capítulo.)

Satoru Gojo era un niño prodigio, el cual había pasado la mayor parte de su vida acompañado de lujos y cosas materiales.

Y con cosas materiales me refiero a cosas que para muchos valen un ojo de la cara. Y aquellas personas que no podían tenerlo, veneraban a quien si.

Pero a pesar de que Satoru lo tenía. Por que realmente, tenía todo lo que cualquiera podía desear.

Dinero, una familia prestigiosa, belleza, admiración, poder.

Pero eso no era suficiente.

Porque aunque tenía todo lo que la gente normal no tenía, ellos tenían todo lo que el jamás podría tener.

Amor

Satoru jamás sabría lo que era ser amado.

Un buenos días. Una cena en familia, una pijamada con amigos.

Nada.

Satoru estaba solo.

Lo entendió cuando en al escuela todos llevaban a sus padres y abuelos a los días especiales. Hacían cartas para su familia y se excusaban con cosas y tradiciones en familia para no ir a la escuela.

Satoru odia la navidad.

La odia, no por que sea mala, no por que estuvo en la lista de negra de Santa todo el año.

La odiaba por que no tenía con quién pasarla. Por que cuando estaba solo en casa con las luces de navidad encendidas muriendose en su celo. No había nadie que podía abrazar.

Con solo 10 años Satoru supo lo que el sufrimiento, la soledad lo golpeo como lo único en la vida que no podía comprar.

El amor. Valía más que toda la fortuna del Clan Gojo, valía más que su vida y su labor para ayudar a la humanidad.

Por que era algo que no podía tener.

O eso pensaba.

Quería probar aquel dulce olor de estar a salvo. No tener alguien para abrazar. Algo que su Omega siempre había querido experimentar.

Entonces paso.

El peor y mejor error de su vida.

Fue probar el amor.

Aunque recuerda como comenzó todo.

Aquel olor de nieve cayendo por los alrededores de su cara. El árbol de navidad más brillante que nunca, las pequeñas lágrimas dentro de sus ojos comenzaban a salir.

Estaba sentado contra la puerta de su baño, abrazándo su propio cuerpo, con la vela encendida en un pastel con el cual no tendría nadie para compartir.

Había perdido el apetito este día. Estaba desechó, su celo dolía. Su camisa estaba arrugada. Estaba hecho bolita deseando que alguien lo matara y se decidiera de el finalmente.

Y como propuesta del universo, paso. Alguien toco su ventana, alertando sus sentidos, tomando lo primero que encontro, un palo de hockey sobre su escritorio, lo apunto hacia la persona en la ventana como si fuera a dispararle con eso.

Sus piernas flácidas se asomaban por la camisa grande que tenía. Miro al hombre tras la ventana, poner su cabeza en su propia mano, mirando hacia dentro. Como cazador a su presa. Se sentía débil, sentía que podía ser comido por ese lobo que lo acechaba en cualquier momento.

Blue Lights [Satosugu]Where stories live. Discover now