💫 CAPITULO 2 💫

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Mew no podía recordar qué estaba haciendo cuando pasó. Había sentido el primer cosquilleo en su nuca. Luego, un viento sopló hacia el cabello negro que colgaba de sus hombros-cabello que nunca cambiaba, a pesar de su inimaginable edad. Sabía lo que se venía. Ya había pasado antes. A pesar de todos los espacios blancos en su cerebro, Mew recordaba esto: la manera en la que el aire cosquilleaba y explotaba antes de que fuera convocado.

Un niño estaba en problemas.

El viento se volvió más fuerte y se envolvió alrededor de él, un torbellino invisible, incrementando en fuerza. Pronto, Mew sintió el tirón de su cuerpo siendo levantado. Cerró sus ojos y fue azotado en el aire.

Solo un instante después, aterrizó en sus pies en un apartamento iluminado por el sol donde dos hombres peleaban en el piso.

"Pelea" le daba demasiado crédito al altercado. Uno de los hombres estaba acostado sobre su espalda y trataba de evitar los golpes mientras el otro repartía una lluvia de puñetazos que habrían noqueado a un caballo.

Mew se tomó un momento para digerir la escena. Basado en el desorden -libros y papel por todos lados- esta "pelea" no había sido siempre en el piso. Mew escaneó el área, y ahí estaba: el globo de nieve partido, probablemente roto durante el altercado. El agua rodeada el artefacto roto, y aun así, las pequeñas siluetas de los rascacielos de Nueva York seguían intactos y de pie con orgullo.

Gulf, Mew recordó. El nombre del niño era Gulf Benson.

Mew susurró el nombre antes de dar grandes zancadas al frente. Agarró la chaqueta de cuero del atacante y jaló.

El hombre voló hacia atrás y se golpeó contra la mesa de la cocina que se sacudió por el peso. El otro hombre-el más joven con sangre en su cara-se levantó lentamente, jadeando por aire.

Mew miró a uno y al otro. ¿Dónde estaba Gulf? Gulf era un niño. Gulf tenía diez años. Gulf era un niño delgado y pequeño y...

Brillantes ojos esmeralda lo miraron desde el suelo. Ojos familiares que una vez le recordaron a pino fresco y todavía lo hacían.

Gulf había crecido.

El hombre con la chaqueta de cuero murmuró, -¿Qué carajo?- Luego, se dirigió a Mew. -Oye, Pie Grande. Sal de esta jodida casa o también voy a patearte el trasero.

Mew no se movió, pero si miró abajo hacia... bueno, Gulf, supuso él... cuyas manos temblaron cuando se tocó la nariz que definitivamente estaba rota. ¿Cuánto tiempo había pasado? Gulf era un adulto ahora. A diferencia del niño necesitado de un corte de pelo, este hombre llevaba su cabello marrón oscuro corto y probablemente bien peinado cuando no estaba desordenado debido a una paliza bien dada. Su polo azul estaba rasgado por el cuello, y sus jeans cubrían unas piernas largas y esbeltas que acababan en botas de combate.

El estudio de Mew fue interrumpido por el sonido de más profanidades, lo cual le hizo dirigir su mirada al otro. Observó mientras el villano sacaba un arma de la parte trasera de sus pantalones.

A pesar de estar sentado en el piso, cubierto en su propia sangre, Gulf tuvo la audacia de gritar, -¿Qué? ¿Ahora vas a dispararme?

El hombre apuntó el arma hacia Gulf pero solo el tiempo suficiente para decir - Cállate-, antes de apuntar el cañón hacia el amplio pecho de Mew. -Te dije que te fueras.

Mew se acercó al hombre, y el arma se disparó, emitiendo una fracción de sonido debido al silenciador. Mew no sintió el dolor, y el intruso disparó una vez más antes de que Mew lo alcanzara, tomara sus muñecas dentro de sus manos y apretara.

Dos altos estallidos hicieron eco como un trueno en la habitación cuando Mew rompió las muñecas del hombre en pedazos. El arma cayó al piso, y el hombre gritó. Cuando Mew lo soltó, cayó, retorciéndose, con las muñecas que ahora estaban dobladas como ramas rotas.

MIENTRAS DUERMES - MEWGULFWhere stories live. Discover now